El legado literario de Madrid está marcado por nombres ilustres que han dejado una huella perdurable en la historia de la literatura española. Uno de estos nombres es el de Matilde Muñoz Barberi, más conocida como Selma Barberi, cuya vida y obra merecen ser recordadas y celebradas.
Nacida el 11 de abril de 1895 en Madrid, Matilde Muñoz Barberi creció en el seno de una familia ligada al periodismo y la cultura. Hija del periodista Eduardo Muñoz García, pronto mostró un talento excepcional para las letras y el periodismo. Su primer contacto con el mundo de la prensa fue en el diario El Imparcial, donde cubrió las indisposiciones de su padre y escribió críticas musicales que llamaron la atención del renombrado periodista Mariano de Cavia.
A partir de 1913, Matilde se convirtió en colaboradora habitual de la Sección Cultural de El Imparcial, compartiendo espacio con destacadas figuras literarias como Unamuno, Maeztu, Azorín y Baroja. Su aguda pluma y su profundo conocimiento del Siglo de Oro español la convirtieron en una voz respetada en el mundo del periodismo y la crítica literaria.
Pero Matilde no se limitó al ámbito del periodismo. Desde una edad temprana, comenzó a publicar libros en una variedad de géneros, incluyendo ensayos, novelas, obras de teatro y guiones de radio. Sus obras, como «La señorita del sombrero feo» y «La virgen muerta», reflejan su agudeza intelectual y su capacidad para explorar temas profundos con sensibilidad y perspicacia.

Sin embargo, la Guerra Civil Española marcó un punto de inflexión en la vida de Matilde. Como simpatizante del bando republicano, sufrió la censura y la persecución política, lo que la obligó a exiliarse a Cuba en 1939. En este nuevo contexto, bajo el seudónimo de Selma Barberi, Matilde encontró una nueva voz y una nueva audiencia para sus obras.
En Cuba, Matilde retomó su carrera periodística como redactora del semanario «El Siglo» y comenzó a escribir radionovelas para la cadena CMQ. Su novela «El amante infinito» fue publicada con gran éxito en 1945, consolidando su reputación como una de las escritoras más destacadas de su generación.
Además de su prolífica carrera literaria, Matilde Muñoz Barberi también se destacó en el ámbito teatral, siendo miembro de la Academia de Arte Dramático y contribuyendo al enriquecimiento del teatro español con obras como «Las máscaras apasionadas» y «La rifa de Nicanor».
Aunque su vida y obra han caído en el olvido en gran medida, es importante recordar y celebrar el legado de Matilde Muñoz Barberi, una de las grandes plumas del siglo XX cuya voz sigue resonando en la literatura española.


