El 20 de diciembre de 1809 marca un hito en la historia del arte en Madrid. José I Bonaparte firma un decreto que establece la creación de un museo de pinturas en la capital española, destinado a albergar las obras más destacadas de las escuelas pictóricas del país. Este museo, conocido como el Museo Josefino, tendría una relevancia fundamental como preludio del famoso Museo del Prado.

La idea detrás del Museo Josefino era reunir una colección de obras de los más célebres artistas españoles, así como otras piezas de valor artístico procedentes de conventos suprimidos por decreto en agosto del mismo año. Los fondos iniciales se complementarían con obras de los palacios reales, conformando una colección que se consideraría un regalo para Napoleón Bonaparte, emperador de los franceses, para su Museo Napoleon en París, con la intención de estrechar lazos entre ambas naciones.

Inspirado por el Museo Napoleon, el Museo Josefino comenzó a tomar forma a partir de 1810. Se emprendió una búsqueda exhaustiva de pinturas y objetos de arte en distintas regiones de España, incluyendo el Monasterio de El Escorial y Andalucía. Frederic Quilliet, un experto conservador y restaurador, desempeñó un papel crucial en la formación de la galería, seleccionando cuidadosamente las obras que la compondrían, con la ayuda del pintor Manuel Napoli.

El Palacio de Buenavista, antigua residencia de la duquesa de Alba, fue el lugar elegido para albergar el Museo Josefino. Sin embargo, con la retirada de los franceses en 1813, la galería se disolvió y las obras se dispersaron. La Academia de San Fernando se encargó de recuperar y catalogar las piezas que se encontraban en diversos almacenes, devolviendo las pertenencias a sus legítimos dueños.

Con la restauración de Fernando VII al trono, surgió la idea de crear un gran museo real. Gracias a la iniciativa de doña Isabel de Braganza, se estableció el Real Museo de Pinturas, Esculturas y Artes Decorativas en el Salón del Prado, que más tarde se convertiría en el renombrado Museo del Prado. Inaugurado el 19 de noviembre de 1819, el Museo del Prado continuaría el legado iniciado por el Museo Josefino, convirtiéndose en uno de los museos más importantes del mundo.

El Museo Josefino, aunque efímero, sentó las bases para la creación del Museo del Prado, un monumento a la riqueza artística y cultural de España que perdura hasta nuestros días.