El 30 de agosto de 2007, el mundo perdía a una figura notable: el Marqués de Castebell, Grande de España, don José Luis de Vilallonga y Cabeza de Vaca. Este ilustre personaje, además de su linaje aristocrático, dejó una huella indeleble en el mundo del periodismo, la literatura y el cine.

Nacido en Madrid en 1920, el Marqués de Castebell creció en el seno de una familia aristocrática y cultivó una educación que abarcó tanto el bachillerato francés como la carrera de Derecho. Su temprana incursión en el periodismo lo llevó a ser corresponsal en Londres y Buenos Aires durante los años 1939 a 1945, una época marcada por su oposición al régimen franquista, que finalmente lo llevó a buscar refugio en Francia y luego en Argentina, donde se dedicó a la cría de caballos. A lo largo de su vida, contrajo matrimonio en varias ocasiones, siendo su última esposa Begoña Aranguren, con quien estuvo casado de 1999 a 2002.

En Francia, a partir de 1976, comenzó a forjar su carrera como escritor y actor, colaborando con destacados directores de cine como Louis Malle, Federico Fellini y Blake Edwards. Su presencia carismática lo llevó a interpretar papeles memorables en películas icónicas como «Les Amants» (1958) junto a Jeanne Moreau, «Desayuno con diamantes» (1961) con Audrey Hepburn, y «Julieta de los espíritus» (1965). Además, dejó su huella en el cine español colaborando con Luis García Berlanga en películas como «Patrimonio Nacional» (1981) y «Nacional III» (1982), así como ejerciendo como guionista en diversas producciones.

De regreso a España en 1976, se destacó como periodista en publicaciones de renombre como Interviú, El País, Panorama, Vogue y Playboy, realizando entrevistas a figuras destacadas del ámbito político y del espectáculo. Su libro «El rey: conversaciones con D. Juan Carlos I de España» (1993), fruto de sus diálogos con el monarca, es solo uno de los ejemplos de su prolífica carrera como escritor, que incluye ensayos, novelas y memorias no autorizadas.

En reconocimiento a su contribución a la literatura, el presidente de Francia, François Mitterand, lo distinguió como Oficial de la Legión de Honor en 1994, un honor reservado para aquellos que destacan en el ámbito cultural y artístico.

El legado del Marqués de Castebell perdura como un testimonio de su talento multifacético y su incansable dedicación al arte y la cultura. Su influencia se extiende más allá de las fronteras, recordándonos que la grandeza trasciende los títulos nobiliarios y se encuentra en el impacto perdurable que dejamos en el mundo.

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