Efemérides

El Estreno de «Don Álvaro o la Fuerza del Sino», 22 de Marzo de 1835

El 22 de marzo de 1835, en pleno auge del gobierno liberal en España, se estrenó en el Teatro del Príncipe la obra «Don Álvaro o la fuerza del sino» del escritor Ángel Saavedra, conocido como el Duque de Rivas. Este estreno marcó un hito en la historia del teatro español, simbolizando el triunfo de la estética romántica en España, similar al impacto que tuvo «Hernani» de Víctor Hugo en la literatura francesa.

Contexto Histórico y Literario

La obra de Saavedra se sitúa en un periodo de grandes cambios políticos y culturales en España. El siglo XIX fue testigo de la transición del neoclasicismo al romanticismo, un movimiento que se caracterizaba por la exaltación de los sentimientos, la naturaleza y la libertad individual. «Don Álvaro o la fuerza del sino» se convirtió en un símbolo de este cambio, enfrentando la rigidez de las normas teatrales establecidas con una nueva forma de expresión artística que valoraba la pasión y el destino.

Argumento y Temas Principales

Ambientada a principios del siglo XVIII, tras la Guerra de Sucesión Española, la obra transcurre en Sevilla, donde reside don Álvaro, un rico y misterioso indiano de orígenes desconocidos. Don Álvaro vive un intenso romance con doña Leonor, una joven aristócrata. Esta relación es prohibida por el padre de Leonor, el Marqués de Calatrava, quien considera a don Álvaro un aventurero sin mérito. La trama de «Don Álvaro» está cargada de temas como el amor, el honor, la venganza, la religión y, sobre todo, el destino, que actúa como una fuerza inexorable contra la cual los personajes luchan en vano.

El Impacto del Estreno

El estreno de «Don Álvaro o la fuerza del sino» no estuvo exento de controversia. Aunque tuvo un gran éxito con nueve representaciones consecutivas, ciertos sectores de la crítica de la época la recibieron con escepticismo y burla. Algunos críticos consideraron que la obra rompía con las normas tradicionales del teatro, debido a su estructura y estilo. La obra, escrita mayormente en verso pero con algunos pasajes en prosa, presentaba una multiplicidad de personajes y escenarios, lo que representaba una ruptura con la unidad de lugar y acción del teatro clásico.

Reacciones Críticas

La prensa de la época comentó el estreno con cierto sarcasmo, subrayando el carácter revolucionario y romántico de la obra. Un artículo de la época señalaba:

“Muy pronto se representará en los teatros de esta Corte un drama escrito por el Sr. Duque de Rivas, cuyo título es Don Álvaro, ó la fuerza del sino. Según la corta idea que tenemos de su argumento no hay duda en que será románticamente romántico. Los personajes son muchos, los lugares de la escena varios, los géneros distintos de metros en que está escrito, tantos acaso como pueden salir de la acreditada pluma del Sr. Duque. Pronosticamos desde luego que esta producción causará grande efecto, y sabemos que igual pronóstico han hecho oráculos más fidedignos que nosotros”.

Esta previsión no estuvo lejos de la realidad, ya que «Don Álvaro o la fuerza del sino» se consolidó como una de las obras más importantes del romanticismo español, influyendo en generaciones posteriores de dramaturgos y escritores.

La Ópera de Verdi

La trascendencia de «Don Álvaro o la fuerza del sino» no se limitó al ámbito teatral. En 1862, el compositor italiano Giuseppe Verdi estrenó su ópera «La forza del destino», inspirada en el drama del Duque de Rivas. La ópera de Verdi consolidó aún más la fama de la obra original, llevándola a un público internacional y asegurando su lugar en el canon de la literatura y la música europeas.

Legado de «Don Álvaro o la fuerza del sino»

El legado de «Don Álvaro o la fuerza del sino» es innegable. La obra no solo marcó un antes y un después en la historia del teatro español, sino que también reflejó los cambios sociales y culturales de la época. La adopción del estilo romántico, con su énfasis en la emoción y el destino, resonó profundamente en una España que buscaba nuevas formas de expresión artística y literaria.

La obra de Saavedra continúa siendo estudiada y representada, demostrando su relevancia y poder de evocación. Su influencia se extiende más allá del teatro, tocando la música, la literatura y la cultura popular, y asegurando que el nombre del Duque de Rivas perdure en la historia del arte.

Conclusión

El estreno de «Don Álvaro o la fuerza del sino» el 22 de marzo de 1835, fue un evento crucial que simbolizó la entrada triunfal del romanticismo en la escena teatral española. La obra del Duque de Rivas, con su trama apasionante y sus temas universales, sigue siendo una pieza fundamental del patrimonio cultural español. A través de sus representaciones, tanto en el teatro como en la ópera, «Don Álvaro» continúa emocionando a nuevas generaciones, manteniendo vivo el espíritu del romanticismo y la fascinación por el poder del destino.

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