La «tripona», la «gorda», la «canopa«, o simplemente la Fuente de Osiris, fue concebida como un capricho paisajístico por el arquitecto del rey Fernando VII, Ignacio González Velázquez, siguiendo la moda de la época que gustaba de este tipo de asuntos exóticos o fantasiosos.
La fuente se enmarca en el proyecto de recuperación del Sitio del Buen Retiro, tras el regreso del «Deseado» en 1814. Supuso toda una transformación romántica de los Jardines de la Corona que habían sufrido daños importantes durante la Guerra de la Independencia, al haber sido utilizados como cuartel general de las tropas francesas. Tras las excavaciones de Herculano y Pompeya, y las llevadas a cabo en Egipto, se había » destapado» la Antigüedad en las Cortes europeas, así que Madrid, también quería sus templos, fuentes o estatuas antiguas.
González Velázquez llevó a cabo los planos en 1819. Pese a ello, la fuente no fue concluida hasta 1850, tras varios años de paralización de las obras. En 1922 desapareció el grupo escultórico de Osiris, situado en el remate. Entre otras modificaciones, el Ayuntamiento de Madrid procedió a la restauración de todo el conjunto en 1995, si bien la citada pieza no fue restituida.¿qué fue de aquella escultura de Osiris?.Todo un misterior

Con motivo de la reciente declaración del Retiro como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, se ha propuesto la rehabilitación de parte de su patrimonio mediante la creación de una réplica de la estatua de Osiris que antiguamente coronaba la Fuente Egipcia original. Ahora, muchos esperan la “resurrección” de Osiris en El Retiro