Hoy, 29 de septiembre, se celebra la fiesta de San Miguel, el primero de los siete arcángeles, junto con Gabriel, Rafael y Uriel. San Miguel es conocido por frustrar a Lucifer, el arcángel de los ángeles caídos, y es considerado el patrono y protector de la Iglesia Universal, además de ser el abogado del pueblo elegido de Dios. Se le representa como un general romano, vestido con armadura, amenazando con su lanza o espada a un demonio o dragón y pesando las almas en una balanza, ya que, según la tradición, él tomará parte en el Juicio Final.
En la cultura popular, San Miguel está asociado con el «Veranillo de San Miguel», un fenómeno atmosférico que ocurre en el hemisferio norte durante los últimos días del verano y los primeros del otoño. Durante este período, las temperaturas aumentan temporalmente antes de volver a los valores típicos de la estación. Dependiendo de la región o el país, este fenómeno también se conoce como el «Veranillo de los Arcángeles» o el «Veranillo del Membrillo», ya que coincide con la maduración de este fruto, utilizado para hacer carne de membrillo.

En Estados Unidos, este fenómeno se llama «Indian Summer». En el hemisferio sur, un fenómeno similar ocurre alrededor del 24 de junio, fecha de nacimiento de San Juan Bautista, y se le llama «Veranito de San Juan». En Ecuador, se conoce como «Veranillo de las Almas» porque ocurre a principios de noviembre, específicamente el 2 de noviembre, Día de los Difuntos en el calendario católico.
En estas mismas regiones, también se presenta el «Veranillo del Niño», relacionado con el fenómeno climático «El Niño», particularmente con la «Corriente del Niño» que se origina en el Golfo de Guayaquil. Este nombre se debe a que la cultura popular lo asocia con fechas cercanas a la Navidad.