Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645), reconocido por su genialidad literaria, también fue una figura polémica y de temperamento arrebatado. Más allá de su brillantez como escritor, su vida estuvo marcada por incidentes tumultuosos que alimentaron su leyenda. Uno de los episodios más notables tuvo lugar un 21 de marzo de 1611, cuando Quevedo se vio envuelto en un duelo que cambiaría su destino.

La historia comienza en la parroquia de San Ginés de Arlés, ubicada en la calle del Arenal de Madrid, donde Quevedo fue bautizado en 1580. En aquel día de Jueves Santo, mientras participaba en los oficios religiosos, presenció un acto de violencia contra una mujer dentro de la iglesia. Indignado por la pasividad de los presentes, Quevedo no pudo contener su furia y enfrentó al agresor, expulsándolo del recinto sagrado.

Una vez fuera de la iglesia, en la plaza de San Martín, Quevedo se enfrentó al hombre con su espada, infligiéndole una herida mortal. Este acto de justicia improvisada tuvo graves consecuencias para Quevedo, quien se vio obligado a exiliarse en Italia bajo la protección del Duque de Osuna.

A pesar de su destierro, Quevedo continuó escribiendo y buscando el favor de la corte española. Su obra literaria refleja la dualidad de su personalidad: un hombre de profunda fe religiosa y, a la vez, un espíritu rebelde y galante cuya pluma era tan afilada como su espada. Su rivalidad con otro gran poeta de la época, Luis de Góngora, es legendaria y ha sido objeto de numerosos análisis y estudios literarios.

Hoy en día, el lugar donde ocurrió el duelo entre Quevedo y el agresor está marcado por una placa conmemorativa en la Plaza de San Martín. Esta plaza, ubicada en el corazón de Madrid, es un punto de encuentro emblemático y alberga la famosa Librería Luis Bardòn, un templo del conocimiento donde los amantes de la literatura pueden perderse entre sus estantes.

Desde Callejeartemadrid, exploramos las calles de la capital española para descubrir historias fascinantes como la del duelo de Quevedo. A través de nuestras rutas callejeras, nos sumergimos en el pasado glorioso de Madrid y celebramos la riqueza cultural de una ciudad llena de sorpresas y leyendas.