Curioseando sobre el origen de un color que me apasiona y creo que es general esta atracción, encontre el por qué del origen del Ultramar francés y me pareción una historia preciosa que comparto con vosotros. Espero que os guste.
EL AZUL ULTRAMAR FRANCES O EL AZUL FRANCIA
Azul ultramar o ultramarino se da a los pigmentos usados para obtener el color del mismo nombre, puede ser de origen natural o sintético. El nombre deriva del latín “ ultramarinus”, es decir, “ de mas allá del mar” en referencia a que el pigmento era importado de Así por via marítima.

El azul ultramar natural o lapislázuli, polvo azul transparente y estable, utilizado desde tiempos antiguos hasta el siglo XIX, pero hoy prácticamente esta en desuso.
Compuesto de varios minerales, mayormente lazurita, con inclusiones de calcita, pirita, hauyna, sodalita, noseana. Durante la obtención del pigmento se procuraba separar los componentes indeseables del material azul , lo cual, junto con la dureza de la piedra, hacia difícil el procedimiento.b
Era un color muy apreciado por su color brillante y su resistencia a la luz del sol, al aceite, y al agua dura. Es muy sensible a ácidos minerales diluidos y a vapores ácidos.
El primer uso conocido del pigmento de lapislázuli data de los siglos VI y VII d.C, en templos budistas de Afganistán, cerca de la fuente mas famosa del mineral. También se ha identificado en pinturas chinas, murales indios, en manuscritos anglosajones del siglo XII.
En Europa fue muy apreciado durante los siglos XIV y XV, su brillo complementaba al bermellon y al oro en los manuscritos iluminados y de las pinturas italianas. El lapislázuli es una piedra muy dura, no cede el pigmento con facilidad, por eso era comparado con el oro. Pulverizando la piedra y enjuagando lo resultante con piedra, solo se obtenia un polvo gris azulado pálido.
En el siglo XIII, Cennino Cennini mejora el método de obtención. Consistía en moler el lapislázuli, unirlo con cera, resinas y aceites derretidos, envolver la masa en un paño, escurrirla, amasar con una solución diluida de sosa caustica. Así, las partículas azules se reunían en el liquido, las impurezas y cristales sin color permanecían en la masa. El proceso se repetía hasta que la masa ya no daba color. Las soluciones de sosa caustica con pigmento ultramarino se dejaban reposar y luego se colaban, para dejar solo el pigmento. Las primeras extracciones eran de color mas intenso, eran muy valiosos, pero se utilizaban todas las extracciones.
En el medievo europeo se usa sobre todo en manuscritos iluminados, en pintura sobre tabla, para las vestiduras de los personajes más importantes como Jesús y la Virgen.
Como era muy caro, los pintores usaban otro azul más barato, como la azurita, para dar color azul a zonas menos importantes, o se daban las primeras capas con azurita y se terminaban con ultramar.
Solo fue usado para frescos, porque cuando era aplicado “secco”, su grado de absorción era tan alto que resultaba prohibitivo usarlo. Se mezclaba con algún medio pictórico, como temple al huevo y se aplicaba sobre yeso seco, así son los frescos de Giotto.
Al comenzar el Renacimiento, el pigmento ultramar como el pan de oro figuraban en los contratos entre pintores y patrones como parte del pago. La cantidad de azul ultramar usado influía en el valor de la pintura. El Lapislázuli se obtenía de antiguas canteras de Badakhashan (actual Afganistán), se llevaba desde Medio Oriente hasta Venecia, era rara vez visto en el arte alemán o incluso en el norte de Italia.
El proceso suponía machacar la piedra en mortero de bronce, luego en losa de pórfido, tamizarlo y repetir el proceso. Se mezclaba con resina de pino, masilla de goma y cera. Cubrir las manos con aceite de linaza y amasar bien todo junto, hacer una pelota y dejarla tres días, trabajarla un poco todos los días. Para extraer el azul hay que dejar la pelota en un recipiente de lejía caliente, después exprimir la lejía y dejar que el azul se seque como polvo.
El ultramar sintético o artificial, es mas vivo que el natural, se debe a que las partículas son más pequeñas y uniformes, por lo que reflejan la luz de manera mas homogénea. A causa de la escasez de azurita a fines del XVI principios del XVII, la demanda de un color, ya caro, aumento, se busca la fuente del color para prepararlo artificialmente.
En 1806, dos químicos Nicholas Clement y Charles Desormes, esperando encontrar compuestos de hierro, metal que entonces se pensaba era responsable del color azul de esta gema. Y aunque demostraron que el lapislázuli contiene frecuentemente sulfato de hierro, éste no era responsable del color. Encontraron, en cambio, una considerable proporción de soda caustica que les lleva a pensar que el sodio era el responsable del color azul.
En 1814, Tassaert, director de la manufactura Saint Gobain de vidrios, halla durante la demolición de un horno de cal, varios trozos de arcilla impregnados de color azul intenso, que remitió a un químico, Vauquelin, que se asombró del parecido entre este azul y el ultramar natural, demostró que ambos reaccionaban de la misma manera a los reactivos químicos.
Otros experimentos demostraron que el sodio era en realidad un metal, cuya oxidación producía un color azul. Así en 1826, la Sociedad para el fomento de la industria nacional, ofreció un premio de 6000 francos a quien descubriese un procedimiento para elaborar un azul ultramar similar al del lapislázuli.
Lo desarrollan de forma simultánea e independientemente, Guimet, industrial francés, y Gmelin profesor de química alemán. Hornearon una mezcla de arcilla, azufre, sosa caustica y carbón. Guimet cobro la recompensa y fue el primero en producirla en Francia en 1828, aunque mantuvo el procedimiento en secreto. Se uso por eso el nombre Ultramar Frances para distinguir el nuevo pigmento sintético del original. Gmelin lo publico ese mismo año, originando la industria de azul ultramar en Alemania.
Durante el proceso se pueden modificar las proporciones y conseguir variaciones en el color del pigmento, obteniéndose diferentes matices de azul, verde, violeta y rojo.
Este azul, no es costoso, suponía una fracción del precio, lo que abrió el acceso a este azul para usos artísticos, empapelados, telas, como blanqueador y jabones para lavar prendas. Dicen que Turner fue el primero en usar el nuevo pigmento. Renoir empezó usando azul de cobalto, en la década de los 80, luego en etapas posteriores uso el Ultramar francés. Así, analizando su obra Los Paraguas, se sabe que se pinto en dos periodos distintos, en el primero, uso el azul de cobalto, zona derecha, y en la zona izquierda, uso el azul ultramar.

El azul Klein, es un derivado del ultramar sintético que fue desarrollado por el artista francés Yves Klein entre 1950-1960. La particularidad de este pigmento está en el tono azul puro y muy intenso, sin ningún indicio de verde, morado o gris.
La singularidad del IKB (internacional Klein Blue), no se deriva de su pigmento sino del aglutinante de resina sintética mate en el que se suspende el color, y que permite que el pigmento mantenga de la mejor manera posible la mayor de sus cualidades originales: su intensidad cromática. La resina sintética usada en el aglutinante es un acetato de polivinilo desarrollado y comercializado en su momento bajo el nombre de «RHODOPAS M» o «M60A» por la compañía farmacéutica francesa Rhône-Poulenc.
@callejeartemadrid #azulultramar #ultramarfrances #lapislazuli #colores
