Hace unos meses, en junio del 2022, Callejeartemadrid subio un post sobre este curioso personaje y el dicho popular que generó: «¡sabes más que el perro paco! lo que nos permitió hablar sobre él.
En el siglo XIX, los Cafés reunían parroquianos para hablar de política, toros, teatro, mujeres, literatura…. tertulias que se alargaban hasta bien entrada la noche. Uno de los más afamados fue el Café de Fornos en la calle Alcalá esquina con la calle Virgen de los Peligros, abierto desde 1870. Frecuentado por la Generación del 98, por los asistentes al cercano Teatro Apolo…Desgraciadamente, el suicidio de uno de los hijos del dueño, Manuel Fornos, provocó el declive y cierre del Café en 1908.
Uno de sus clientes habituales era un perro, Paco, el madrileño más famoso de la época. Le bautizó así el marqués de Bogaraya que se encaprichó del simpático animal cuando le conoció en el dia den San Francisco de Asis, de ahi su nombre.
El perro se fue haciendo famoso, saliendo en la prensa, era una «celebridad» y se ganó el respeto de todos. Era un mestizo negro de pecho blanco y pelo corto. Le gustaba ir al teatro, la opera, el hipódromo, pero sobre todo, ir a los toros. Esa pasión le costó la vida. Le gustaba saltar al ruedo entre toro y toro, realizaba piruetas. Un 21 de junio de 1882 se presentó a su cita con los toros.
Saltó al ruedo, pero al novillero no le gustó que le molestara, y le empujó con tan mala suerte que le dió una estocada y nuestro perro callejero murió a consecuencia de las heridas. Fue disecado y expuesto en una taberna de Madrid, tras unos meses, enterrado en algún lugar del Retiro. Se habló de una posible estatua, pero finalmente se olvidó.
Ahora volvemos a recuperar a nuestro perro Paco, que ya tiene estatua en la calle Huertas 71, cerca del Paseo del Prado, aunque lejos de los lugares donde era habitual su presencia. Aprovechando las fiestas de San Antón, patrón de los animales, la Asociación Nuevo Rastro de Madrid y la de Comerciantes del Barrio de las Letras, han financiado esta escultura de bronce del artista Rodrigo Romero y el pasado 16 de enero fue inaugurada poe el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
Entre sus patas puede leerse; «Al perro Paco: perro castizo y único de la historia local de Madrid, amigo de literatos, artistas y personalidades de finales del siglo XIX». Es un tributo no sólo a Paco sino a todos los perros.
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