Sumérgete en la historia de Madrid y descubre uno de sus lugares emblemáticos, el Bar Flor de la Puerta del Sol. Aunque desaparecido en la actualidad, este establecimiento fue testigo de décadas de vida social, cultura y ocio en la capital española.

Con la reforma de la Puerta del Sol en el siglo XIX, surgieron numerosos locales de entretenimiento, cafeterías y tiendas, compitiendo por la atención de los madrileños. En medio de esta efervescencia, destacaba el Bar Flor, inaugurado en 1920 en el número 14 (actualmente el número 13) de la plaza más emblemática de Madrid.

A lo largo de los años, este espacio fue ocupado por diversos negocios, desde una academia de francés hasta una cervecería, hasta que finalmente se estableció el Bar Flor. Con un estilo modernista y una elegante decoración de mármol y bronce diseñada por el reconocido escenógrafo Salvador Alarma, el Bar Flor pronto se convirtió en un punto de encuentro para la sociedad madrileña.

El ambiente del Bar Flor era de lujo y confort, con varios salones iluminados por lámparas de cristal tallado y calefacción central. Los clientes podían disfrutar de un servicio completo, desde bebidas en el bar hasta helados y pasteles vendidos en el mostrador. Además, el Bar Flor se destacaba por su compromiso con la comunidad, donando parte de sus ganancias a la Cruz Roja durante la Guerra de África en 1921.

La fachada del Bar Flor también era un punto de interés, con un tablón que mostraba las noticias más relevantes del día, extraídas de periódicos como La Voz y El Sol. Desde hazañas aéreas hasta eventos locales, este tablón mantenía a los clientes informados mientras disfrutaban de su visita al bar.

 En 1929, el Bar Flor introdujo una innovación tecnológica con la instalación del primer Photomaton en Madrid. Esta cabina de fotos automatizada se convirtió en una atracción popular para los clientes que deseaban capturar momentos especiales durante su visita al bar.

A pesar de los desafíos durante la Guerra Civil, el Bar Flor continuó sirviendo a sus clientes, adaptándose a las circunstancias difíciles de la época. En 1941, el local albergó una de las primeras sedes de La Codorniz, una revista conocida por su audacia y humor inteligente.

Sin embargo, con el paso de los años, el Bar Flor experimentó un declive. Su decoración modernista desapareció y el enfoque del negocio cambió hacia un servicio más informal. En los años 60 y 70, el bar se convirtió en un lugar de encuentro para tertulias literarias y encuentros clandestinos, perdiendo parte de su antiguo esplendor.

Finalmente, en 1978, el piso superior del Bar Flor cerró sus puertas, seguido poco después por el cierre definitivo del local. Aunque ya no existe, el Bar Flor dejó una huella imborrable en la memoria de aquellos que lo visitaron y disfrutaron de su encanto durante décadas.

Únete a nosotros en un viaje por el pasado y descubre la historia fascinante del Bar Flor de la Puerta del Sol. Sumérgete en la atmósfera única de este icónico establecimiento y revive los momentos inolvidables que marcaron una época en la vida de Madrid.