El Teatro Albéniz, un emblemático edificio ubicado en el corazón de Madrid en el número 11 de la calle de la Paz, ha sido testigo de numerosas transformaciones a lo largo de su historia. Construido en 1943 en un solar de 1300m2, fue inaugurado el 31 de marzo de 1945 con la obra «Aquella noche azul» de Alfonso Paso hijo. Diseñado por un destacado grupo de arquitectos, el teatro se erigió como un espacio multifuncional que albergó espectáculos teatrales, cinematográficos y eventos sociales.
Historia del Teatro Albéniz
El Teatro Albéniz, con su capacidad inicial de 1000 butacas, rápidamente se convirtió en un punto de referencia cultural en Madrid. A lo largo de los años, ha experimentado diversas etapas, desde sus días de esplendor en la década de 1970 hasta su posterior alquiler por parte de la Comunidad de Madrid en 1985. En 2006, el teatro fue adquirido por una inmobiliaria que planeaba su demolición, lo que generó una gran preocupación entre los ciudadanos y los amantes de la cultura.
Rescate del Patrimonio Cultural
Ante la amenaza de demolición, surgió la Plataforma de Ayuda al Teatro Albéniz, una iniciativa ciudadana que abogaba por la preservación del edificio como parte del patrimonio histórico y cultural de Madrid. A pesar de los obstáculos y la oposición, la persistencia de esta plataforma y el respaldo de destacados juristas llevaron a que el Superior Tribunal de Justicia dictaminara a favor de la preservación del teatro en 2011.
Restauración y Conservación
Gracias a la declaración como Bien de Interés Patrimonial en 2016, el Teatro Albéniz logró evitar su desaparición y comenzó un proceso de restauración y conservación. Sin embargo, su destino como teatro se vio truncado, y en cambio, el edificio fue adquirido por la cadena hotelera Iberostar Hotels & Resorts con planes de convertirlo en el Hotel Madrid. Aunque la pandemia retrasó la inauguración tanto del hotel como del teatro restaurado, se espera que ambos sean una adición significativa al panorama cultural y turístico de Madrid.
Los Autómatas de Ángel Ferrant
Uno de los aspectos más destacados del Teatro Albéniz son los autómatas diseñados por el reconocido escultor Ángel Ferrant. Estas figuras articuladas, que representan distintos tipos regionales, fueron objeto de controversia desde su instalación en los nichos del teatro. Tras un período de abandono, durante el cual sufrieron daños y deterioro, siete de las once figuras han sido restauradas y devueltas a su lugar original en la fachada del edificio.
Legado de Ángel Ferrant
Ángel Ferrant, un destacado escultor español, dejó un legado artístico significativo en Madrid y más allá. Su obra, influenciada por el futurismo y la Escuela de Altamira, se caracteriza por su enfoque en los objetos encontrados y su conexión con la naturaleza. A pesar de los desafíos y las vicisitudes de su carrera, Ferrant continuó creando obras impactantes que le valieron reconocimiento nacional e internacional.
Futuro del Teatro Albéniz
Aunque el Teatro Albéniz ya no funcionará como teatro, su restauración y conservación garantizan que seguirá siendo una parte importante del paisaje urbano de Madrid. La presencia de los autómatas de Ángel Ferrant en su fachada recuerda su rica historia y su contribución a la cultura de la ciudad. Con su transformación en el Hotel Madrid, el edificio continuará siendo un punto de interés para los visitantes y una parte integral del patrimonio cultural de Madrid.
Conclusión
El Teatro Albéniz, con su historia de rescate y renovación, representa la perseverancia y el compromiso de la comunidad con la preservación de su patrimonio cultural. A medida que se abre un nuevo capítulo en su historia con su transformación en hotel, es importante recordar y celebrar su legado como espacio cultural y artístico en el corazón de Madrid.

