Vamos a conocer a Victoria de Félix, una pionera en el campo de la medicina en el Madrid de Carlos IV y Manuel Godoy. En una época en la que muchas mujeres ya destacaban en la cultura, ninguna había alcanzado renombre en la práctica de la medicina. Victoria, oftalmóloga natural de Nevers, Francia, en 1773, hija única de Pedro de Félix, español, y Ana Juillien, rompió con las barreras de su tiempo para convertirse en una destacada cirujana ocular.
Primeros Años y Formación
Tras el fallecimiento de su padre, Victoria y su madre se trasladaron a Madrid para vivir con su tío Lorenzo Lemayre, un cirujano oculista francés. Establecidas en la calle del Espíritu Santo, 15, la joven Victoria demostró una inteligencia y disposición excepcionales que la llevaron a ser discípula de su tío. Rápidamente aprendió las técnicas quirúrgicas necesarias para operar cataratas, y a los diecinueve años ya realizaba operaciones de forma independiente.
En 1793, la Gaceta de Madrid mencionaba: “Dª. Victoria de Félix […] ha hecho en Madrid la extracción de cataratas. El primor, seguridad, desinterés y acierto con que esta joven ha ejecutado dichas operaciones […] merecen general aplauso”. Este reconocimiento público marcó el inicio de su creciente prestigio en la capital española.
Innovaciones y Reconocimientos
En la época de Victoria, las cataratas podían operarse mediante dos métodos: el tradicional, conocido como batimiento, y el más moderno y preciso, que consistía en la extirpación de la catarata. Victoria adoptó esta última técnica, que requería gran destreza y precisión en el manejo del instrumental quirúrgico. Su habilidad no solo le permitió curar a numerosos pobres de forma caritativa, sino también a personalidades destacadas y a personas que habían perdido la esperanza de recuperar la visión.
En 1797, Victoria de Félix recibió el título de «oculista con Real permiso», superando en competencia a muchos de los mejores médicos de la Corte. Este reconocimiento oficial consolidó su reputación y aumentó su clientela.
Vida Personal y Profesional
En 1800, Victoria contrajo matrimonio con Gaspar de Didier Mevolhon, un capitán de caballería francés. A pesar de su matrimonio, continuó ejerciendo su profesión con gran dedicación. Dos años después, se trasladó a vivir a la calle Fuencarral, número 3, con su madre.
Sin embargo, la convulsa situación política en España en 1808, marcada por la Guerra de la Independencia, llevó a Victoria a dejar Madrid y mudarse a Sisteron, en Francia, la ciudad natal de su marido. Allí, tuvieron un hijo, pero se sabe poco sobre su vida posterior. Los archivos solo registran su regreso a Madrid en 1822 para resolver asuntos relacionados con una herencia.
Legado y Comparaciones
La historia de Victoria de Félix es una de perseverancia y superación en un campo dominado por hombres. Su contribución a la oftalmología en Madrid allanó el camino para futuras generaciones de mujeres en medicina. A pesar de que su vida posterior en Francia permanece en el misterio, su impacto en Madrid y la medicina es innegable.
Años después, otra mujer, Trinidad Arroyo Villaverde, seguiría un camino similar. Nacida en 1872, Trinidad fue la primera mujer en obtener la licenciatura en Medicina en la Universidad de Valladolid en 1895 y la primera en doctorarse en oftalmología en 1896. La trayectoria de Trinidad es un testimonio del progreso logrado por mujeres como Victoria de Félix.
La Vida en Madrid
Durante su estancia en Madrid, Victoria de Félix operaba en su propia casa y atendía a pacientes de diversos estratos sociales. Su habilidad para operar cataratas mediante la técnica de extirpación, que entonces era muy avanzada, le ganó el respeto y la admiración tanto de sus colegas como de sus pacientes. El hecho de que operara a personas indigentes de manera gratuita muestra su compromiso con la comunidad y su deseo de utilizar sus habilidades para el bien común.
Victoria y su Entorno
La vida en Madrid durante el final del siglo XVIII y principios del XIX era intensa y compleja. La ciudad estaba llena de desafíos y oportunidades, especialmente en el ámbito de la medicina y la ciencia. La capacidad de Victoria para sobresalir en un entorno predominantemente masculino refleja no solo su habilidad técnica, sino también su tenacidad y determinación.
Mujeres Pioneras en la Medicina
El recorrido de Victoria de Félix como la primera oftalmóloga en Madrid es inspirador, especialmente cuando se considera el contexto de su tiempo. Las barreras que enfrentó y superó allanaron el camino para futuras mujeres en la medicina. Mujeres como Trinidad Arroyo Villaverde siguieron sus pasos, mostrando que las barreras de género en la ciencia y la medicina podían ser desafiadas y derribadas.
Conclusión
Victoria de Félix dejó una marca indeleble en la historia de la medicina en Madrid. Su vida es un testimonio de la perseverancia y la habilidad en un campo difícil, y su legado continúa inspirando a generaciones futuras. La historia de su vida y carrera es un recordatorio de lo que se puede lograr con dedicación y pasión, incluso en tiempos y lugares donde las oportunidades para las mujeres eran limitadas.
Victoria de Félix fue una verdadera pionera, no solo como la primera oftalmóloga en Madrid, sino también como un ejemplo de lo que las mujeres pueden lograr en la medicina. Su historia es una fuente de inspiración y un punto de referencia para las mujeres en la ciencia y la medicina hoy en día.
