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El Curioso Legado de Don Alonso Yáñez Fajardo: El «Putero Mayor del Reino»

Alonso Yáñez Fajardo, oriundo de Lorca, Murcia, fue nombrado por los Reyes Católicos con un título que llama la atención: «Putero Mayor del Reino». Este peculiar cargo revela la necesidad de regular una de las profesiones más antiguas del mundo, reconocida como parte integral de la sociedad de la época.

Tras la conquista del Reino de Granada, se enfrentaron a la tarea de gestionar, con rectitud y caridad católica, las prácticas venales tanto de los súbditos conquistados como de los conquistadores. Desde la ciudad de Málaga, Don Alonso supervisaba tanto a los «puteros menores» como a las mancebías, buscando incrementar las ganancias y optimizar los recursos disponibles.

Su gestión incluía la cobranza por las habitaciones de las mujeres públicas, la comida y hasta la subcontratación de estas mujeres como camareras en mesones locales. Sin embargo, las condiciones higiénicas y habitacionales de las mancebías provocaron descontento en el Cabildo de Málaga, que demandaba mejoras en la infraestructura.

Para abordar esta situación, se implementó una normativa que estandarizaba las condiciones de las habitaciones de las prostitutas, garantizando cierto nivel de comodidad. Además, surgieron diferencias entre las prostitutas que ejercían libremente, identificadas por ramas verdes en sus puertas, y las más desfavorecidas, conocidas como «arrabaleras».

Tras el fallecimiento de Alonso, su viuda Leonor abrió una casa de arrepentidas, generando controversia en su familia. Su legado, aunque peculiar, ilustra los complejos aspectos sociales y económicos de la época, donde la regulación de la prostitución era parte de la realidad cotidiana.

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