Alberto Corazón murió a los 79 años. La pandemia le afectó muchísimo, provocándole algo que no había experimentado en su vida: la falta de futuro. Unas de las últimas palabras que pronunció fueron: «Tengo cansancio, un cansancio vital». Hasta el final de su vida fue leal a su lema: «Una obra debe tener estética y misterio». Falleció en el momento más inesperado, cuando aún se encontraba en activo, preparando el cuadro que iba a entregar en el Premio de Periodismo David Gistau.

Durante su formación, realizó estudios en Económicas, influenciado por su familia de clase media, quienes le aconsejaron tener una carrera antes que ser únicamente artista. La familia regentaba una tienda de lanas muy conocida, El Gato Negro, que estaba en la Plaza Mayor de Madrid. Alberto empezó en el diseño, pero luego se dedicó más a las exposiciones. Tenía muy claro lo que quería hacer y por eso no le gustaba que se metieran en sus asuntos.

En su trayectoria profesional, fue académico de Bellas Artes, además de diseñador y fotógrafo. Fue el creador de los logotipos de la ONCE, Anaya, Paradores Nacionales, Ferrovial, la Universidad Autónoma de Madrid, la SGAE, la Biblioteca Nacional, Casa de América, el Círculo de Bellas Artes, la Fundación Francisco Umbral, la Junta de Andalucía, el PSOE… solo por citar algunos. Miembro de la editorial Ciencia Nueva, siempre en constante ebullición, supo remover la España de los 60.

«Una obra siempre empieza con una tormenta de neuronas, con una agitación que va creciendo y ella misma te dice: ya está, esto está terminado».

Su trayectoria fue reconocida con el Premio Nacional de Diseño y fue galardonado por el Arts Directors Club de New York, el British Design y el Design Council International, además de ser el único diseñador europeo que ha recibido la medalla de oro del American Institute of Graphic Arts. En 2006 ingresó como miembro de número en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y ha sido presidente y fundador de la Asociación Española de Profesionales del Diseño.

¡En Callejeartemadrid hoy nos sentimos un poco más huérfanos, nos dejó Corazón!