Junto con el Mercado de los Mostenses, el Mercado de la Cebada es uno de los grandes mercados de abastos de Madrid. El actual mercado, que data de 1958 y fue rehabilitado en 2013, cuenta con dos plantas y una superficie de más de 6,000 m², distribuidos en 80 comercios que incluyen alimentación y otros productos especializados como perfumería, óptica, floristería y tapicería. Además, dispone de una planta almacén y otra de aparcamiento, así como el Espacio Cebada de 120 m² equipado con ventilación, aire acondicionado y calefacción para eventos y grabaciones. El mercado también ofrece un servicio de envío de pedidos a domicilio.

Desde el siglo XVI, en la ubicación del mercado había puestos al aire libre. Muy cerca se encontraba la Puerta de Toledo, una de las puertas de entrada a la ciudad, por donde entraban productos de las provincias.
En 1865, la población de Madrid no llegaba a los 300,000 habitantes, pero en 1900 casi se había duplicado, alcanzando los 540,000. Con el aumento de la población, creció la necesidad de abastecer la ciudad. Los puestos callejeros proliferaban, escapando a cualquier control sanitario y poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos.

Para solucionar este problema de insalubridad, el Ayuntamiento de Madrid, bajo la dirección del alcalde Nicolás María Rivero, aprobó en 1868 la construcción de una red de mercados cubiertos. Los dos primeros en levantarse fueron el de la Plaza de los Mostenses y el de la Plaza de la Cebada, entonces llamada Plaza de Riego.
La obra fue adjudicada a la empresa de Mariano La Ripa, que también realizó el Mercado de los Mostenses. En 1868, el arquitecto Mariano Calvo y Pereira proyectó ambos edificios, utilizando hierro y cristal en sus estructuras, con un diseño innovador y modernista inspirado en el mercado de Les Halles de París. Las obras comenzaron en 1870 y el rey Alfonso XII inauguró el Mercado de la Cebada el 11 de junio de 1875.
Inicialmente, la gestión era privada y fue explotada por una empresa extranjera. Más adelante, el Ayuntamiento adquirió los mercados y pasaron a ser municipales. En 1925, dentro del plan urbanístico para la construcción del tercer tramo de la Gran Vía, el mercado de los Mostenses fue derribado.
El antiguo edificio del Mercado de la Cebada tenía una superficie de 6,323 m² divididos en dos plantas irregulares. Su estructura metálica y amplias cristaleras proporcionaban iluminación natural. El coste de las obras alcanzó los cuatro millones de reales. A principios del siglo XX, ya se consideraba el mercado más importante de Madrid.

Sin embargo, en 1902 comenzaron a surgir problemas debido a la falta de condiciones mínimas para la conservación de los alimentos. Para mantener los productos perecederos, los comerciantes los sacaban al exterior del mercado para aprovechar el frío de la noche y evitar que se pudrieran. Aunque se hicieron pequeñas reformas, durante la Guerra Civil, el mercado fue administrado por un consejo obrero.
Debido a problemas higiénicos, el mercado fue derribado en 1956 y se construyó uno nuevo en 1958. A pesar de las quejas y protestas, el Ayuntamiento no tuvo en cuenta ninguna de las propuestas para preservar el edificio original. Hoy en día, resulta difícil entender cómo se pudo derribar aquella joya arquitectónica modernista.
El nuevo mercado, con dos plantas de hormigón y cúpulas exteriores rojas, pasó de ser un mercado «central» a uno de «barrio». Desde 1991, la Cooperativa de Comerciantes se encarga de su gestión. En la fachada, el artista madrileño Carlos Rincón realizó un mural en 1962.
Desde comienzos del siglo XXI, debido a los cambios en las costumbres de compra, el espacio que ocupa el mercado ya no estaba tan justificado. Así, la Junta de Gobierno de Madrid aprobó su reacondicionamiento en 2009. La crisis de 2008 dejó la plaza abandonada, y el solar donde estuvo el antiguo polideportivo se convirtió desde 2011 en un punto de encuentro para diversas iniciativas ciudadanas, creando el Campo de la Cebada, donde se celebraron juntas vecinales, asambleas, exposiciones de arte, ferias y huertos urbanos.
En 2016, se inició un proceso participativo para reformar el mercado y su entorno, promovido por la Junta Municipal de Centro. El proyecto, aprobado en 2017, mantuvo el actual mercado municipal y construyó un nuevo polideportivo, finalizando las obras en 2022.

