La Zarzuela «Luisa Fernanda» surgió de una simple conversación en el patio de butacas del Calderón. Dos empresarios alabaron las habilidades de Moreno Torroba y sugirieron a Romero y Guillermo Fernández Shaw que merecía un buen libreto. Rápidamente, se pusieron manos a la obra y en pocos días esbozaron el esquema básico de «Luisa Fernanda». Recorrieron las calles del viejo Madrid en busca de escenarios auténticos, como la Plazuela de San Javier, cercana a la plaza del Cordón, que aún conserva su encanto original.

Otro escenario emblemático fue La Fuentecilla, un monumento en honor a Fernando VII, «El Deseado», situado en la calle Toledo. El tercer acto se trasladó a una dehesa extremeña en Piedras Albas, cerca de la frontera con Portugal. Esta última ubicación se inspiró en la breve estancia del padre de Fernández Shaw en una dehesa cercana a Trujillo en 1907 para recuperar su salud

El estreno fue dirigido por el propio compositor, y fue un éxito rotundo. Todos los números fueron aclamados, y la prensa elogió el triunfo, consagrando a Moreno Torroba como compositor lírico. La obra se representó durante 158 funciones consecutivas.

«Luisa Fernanda» pronto se extendió por los teatros líricos españoles y cruzó el océano hasta llegar a Buenos Aires, al Teatro Colón, un bastión tradicional de la ópera, en 1934. Moreno Torroba, además de compositor, también actuó como empresario de la compañía.

La trama de «Luisa Fernanda» se desarrolla en un contexto de luchas políticas entre dos facciones: los realistas y los revolucionarios, representados por un coronel de húsares, Javier Moreno, y un hacendado extremeño, Vidal Hernando, ambos enamorados de la misma mujer, Luisa Fernanda. La intriga se intensifica con la participación de la duquesa Carolina.

La obra aborda amores enfrentados y desinteresados en un Madrid tumultuoso y un paisaje extremeño con toques idílicos. Combina conflictos amorosos y políticos en los últimos días del reinado de Isabel II.

El estreno en el Teatro Calderón de Madrid marcó el inicio de esta comedia lírica en tres actos. A sus 41 años, Moreno Torroba ya había estrenado alrededor de dos docenas de obras líricas. «Luisa Fernanda» logró una fusión coherente entre lo popular y lo culto, entre la partitura musical y los diálogos, capturando la esencia romántica y épica de la historia. La Gloriosa de 1868 no solo sirve como telón de fondo, sino que se convierte en un personaje vivo que influye en el destino de todos los protagonistas.