El 26 de septiembre de 1580, Francisco de Quevedo y Villegas, el famoso escritor español, fue bautizado en el templo de San Ginés de Arlés, una iglesia con la que mantuvo una estrecha relación a lo largo de su vida.

La iglesia de San Ginés de Arlés, declarada monumento histórico-artístico nacional en 1982, es un auténtico tesoro artístico que ha sido testigo de numerosas edificaciones y reconstrucciones a lo largo de los siglos. Fundada en el siglo XI, esta parroquia ha sido un importante centro religioso en Madrid.

Francisco de Quevedo proviene de una familia de hidalgos con gran influencia en la Corte, lo que le permitió desde temprana edad estar inmerso en el ambiente político y cortesano de la época. Estudió en prestigiosas instituciones como el colegio imperial de los jesuitas y las Universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, donde destacó como poeta y rivalizó con Góngora.

A lo largo de su vida, Quevedo desempeñó diversos roles, desde diplomático y espía hasta hábil espadachín. Su vida estuvo llena de controversias y enfrentamientos, como el famoso incidente en la plaza de San Martín en 1611, donde se vio envuelto en un duelo a espada en defensa de una dama.

Fallecido en 1645 en el convento de Santo Domingo de Villanueva de los Infantes, Quevedo deseaba ser enterrado en Madrid, pero sus restos terminaron en la Iglesia de San Andrés, donde estuvieron hasta 1869, cuando fueron trasladados a Madrid con la intención de ser colocados en el Panteón de Hombres Ilustres. Sin embargo, un error condujo a que sus restos regresaran a Villanueva de los Infantes, donde permanecieron durante décadas hasta que fueron identificados y trasladados a la Iglesia de San Andrés en 2006.

Descubre más sobre la fascinante vida de Francisco de Quevedo y su relación con la iglesia de San Ginés de Arlés, un testimonio vivo de la historia de Madrid y de uno de los más grandes escritores de la literatura española.