En las vísperas de la noche de Reyes, desvelamos el fascinante origen del Roscón de Reyes, un manjar típico que adorna las mesas españolas durante esta festividad. A diferencia de otras delicias navideñas, como el turrón o el mazapán, el Roscón tiene sus raíces en antiguas celebraciones paganas más que en los relatos bíblicos.

Nos transportamos al siglo II a.C., cuando en medio del mes de diciembre, las Saturnales marcan el fin de la temporada agrícola en honor al dios Saturno, protector de la agricultura y las cosechas. Estas festividades, llenas de alegría y liberación, coincidían con el renacer de la luz tras el solsticio de invierno, augurando días más luminosos. Durante estos días de júbilo, incluso los esclavos disfrutaban de un merecido descanso y participaban en las festividades.

Uno de los manjares más destacados de las Saturnales era una torta elaborada con miel, frutos secos, dátiles e higos. Esta delicia se convirtió en un símbolo de la fiesta, especialmente conocida como la «fiesta de los esclavos». Pero fue en el siglo III d.C. cuando se introdujo un elemento distintivo: un haba, considerada un símbolo de prosperidad y fertilidad. Aquel que encontrara el haba en su porción de torta, se le auguraba fortuna durante el próximo año.

Con la llegada del cristianismo como religión oficial del Imperio romano, las festividades paganas fueron desapareciendo, pero la tradición de la torta con el haba perduró. Con el tiempo, esta torta se transformó en el Roscón de Reyes, manteniendo la costumbre del haba como sorpresa.

En el siglo XVIII, un cocinero al servicio del rey francés Luis XV añadió una moneda de oro al roscón, convirtiéndola en la sorpresa deseada. Esta tradición se extendió a España durante el reinado de Felipe V de la dinastía Borbón, donde la moneda fue reemplazada por figuritas de cerámica o cristal. Quien encontrara la figurita era coronado como el «rey de la fiesta», mientras que aquel que hallara el haba debía asumir el costo del postre y era nombrado el «tonto del haba».

Este viaje a través de la historia nos revela cómo una antigua celebración agraria se transformó en una tradición arraigada en la cultura española, enriqueciendo la magia de la noche de Reyes con el delicioso sabor del Roscón.

Fuente: Mantecadas Posadas