Nos encontramos en el barrio del Conde Duque, la calle de los Dos Amigos está situada detras de la Torre de España, es una calle corta que va desde la calle Maestro Guerrero a la calle de San Bernardino.
Vamos a contaros la historia de una amistad de hace seis siglos. Estamos en el siglo XIV, bajo el reinado de Enrique III de Castilla, en los terrenos que hoy ocupa la Plaza de España, zona muy fértil regada por el arroyo de Leganitos, vivian dos familias adineradas con fincas que habian tenido cada una un hijo. Se llamaban Gabino y Guillén.
En 1390 muere Aparicio Guillén, el padre de Gabino. Durante el velatorio, el prior de San Martín descubrió que la familia había contratado a plañideros judios, una práctica común pero prohibida desde hacía diez años, lo que provocó que dejara sin un diezmo de la herencia al huérfano. Su madre tuvo que recomprar las tierras para garantizar el futuro de su hijo. Poco tiempo después, la madre tambien falleció.
Guillén, su vecino se habia quedado huérfano como Gabino. Comenzaron a compartir su desdicha y todo cuanto poseian. Cada año plantaban un árbol en la huerta para medir el tiempo de su amistad. Asi los árboles iban creciendo en número y tamaño.
Eran los muchachos de buen corazón y ayudaban a sus ancianos criados con las cosechas que obtenían de sus huertas. En 1883, Antonio Capmany escribía en su Origen Histórico y Etimológico de las calles de Madrid, « no habia ni tuyo ni mio, lo producido era de ambos».
Los domingos y dias festivos, solían ir a la primitiva capilla de San Justo y Pastor, ya desaparecida. Admiraban la historia de los niños mártires que daban nombre al templo y se ganaron el cariño de Pedro, el capellán del Oratorio de San Leonardo que decidió hacerse cargo de los huérfanos.

Una noche, una gran tormenta destrozó todas las huertas,quedándose sin medio de vida. El capellán Pedro los envio a estudiar al colegio de los Doctrinos y mientras trato de recuperar las huertas de los jóvenes. Pero Gabino murió en el colegio y no llegó a ver de nuevo sus preciadas tierras.
Guillén volvio a su casa, pero le invadió la melancolía, dejó de trabajar las tierras, se pasaba el día en la capilla de San Justo y Pastor, rezando por su compañero, allí consumió su vida y murió de pena.
Durante un tiempo, esta calle se llamo de los Dos Huérfanos, pero más tarde paso a denominarse de los Dos Amigos, así aparece en el plano de Pedro de Texeira, 1656. Al no tener familia, el prior de San Martín dispuso de las tierras de ambos huérfanos.
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