Ubicada en la calle Relatores, entre las conocidas calles Atocha y la plaza de Tirso de Molina, se encuentra un verdadero tesoro histórico: la Casa Palacio del Marqués de la Vera. Este edificio, datado en 1605, esconde una historia fascinante que se remonta a los albores de la capital española.

El origen de esta majestuosa residencia se remonta a la proclamación de Madrid como capital en 1561. En sus primeros años, sirvió como convento antes de pasar a manos de destacadas figuras aristocráticas. Uno de sus propietarios más destacados fue el Marqués de la Vera, don Pedro Regalado de Horcasitas y Salazar, quien recibió este título nobiliario del rey Felipe V en 1724.

Con un diseño arquitectónico que combina elementos renacentistas y franceses, la Casa del Marqués de la Vera ha experimentado diversas transformaciones a lo largo de los siglos. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando sufrió cambios significativos, como la adición de una nueva planta y la modificación de su patio original debido a la apertura de la calle del Doctor Cortezo.

Durante gran parte del siglo XX, este palacio noble cayó en un estado de abandono y deterioro. No obstante, en 2004, un grupo de arquitectos descubrió este tesoro olvidado y se propuso devolverle su esplendor original. Tras una ardua labor de restauración que incluyó la eliminación de intervenciones del siglo XIX y la recuperación de elementos históricos como el oratorio y las columnas de granito del patio, la Casa del Marqués de la Vera resurgió con una nueva vida en el siglo XXI.

La restauración, que duró tres años y medio, se centró en preservar la identidad arquitectónica original del edificio, respetando los acabados, colores y texturas auténticos de la época. La eliminación del revoco del siglo XIX reveló el ladrillo llagueado y el pedernal, añadiendo un toque de autenticidad a esta joya arquitectónica.

Además, se introdujeron modernizaciones necesarias, como un ascensor para facilitar la accesibilidad y un pozo de luz para aprovechar al máximo la iluminación natural. El resultado final es un testimonio vivo de la rica historia de Madrid, que transporta a sus visitantes a una época pasada mientras celebra la identidad arquitectónica castellana del siglo XVII.

Descubrir la Casa Palacio del Marqués de la Vera es sumergirse en una aventura histórica, donde cada rincón cuenta una historia fascinante sobre el pasado glorioso de Madrid y el legado perdurable de sus nobles residentes.