«La creación se estimula con la mirada», nos dice Soledad Sevilla (Valencia, 1944). Desde el pasado 29 de marzo hasta el próximo 22 de mayo, se exhiben en el Pabellón Villanueva del Real Jardín Botánico de Madrid dos conjuntos monumentales inspirados en el paisaje: los secaderos de tabaco de la Vega de Granada y los muros vegetales.
En ambas series, la abstracción y la repetición características de su obra desde sus inicios se acentúan, proporcionando a estos paisajes un sentido naturalista. Una decena de creaciones de gran formato plasman la relación de la artista con la naturaleza, capturando su esencia y transformación a través del tiempo.

Soledad Sevilla, galardonada en 2020 con el Premio Velázquez de Artes Plásticas, decidió donar una parte significativa de su producción artística al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo ese mismo año. Afincada entre Granada y Madrid, siempre se ha sentido muy cercana a la escena artística andaluza. Entornos como la Alhambra o El Rompido han sido fuentes de inspiración para sus series, destacando su capacidad para encontrar la belleza y complejidad en la simplicidad de la naturaleza.
Las obras expuestas incluyen piezas como «Apóstoles Blancos» (2007), «Canción Gris I y II» (2009), «Te Llamaré Hoja» (2005), y «Apamea» (1999), cuyo título se refiere a una antigua ciudad siria. También destacan «Veinte Años Más Tarde» (1999-2000) e «Insomnio al Alba» (2000). Cada una de estas obras refleja la constante investigación y el incansable hacer de Soledad Sevilla, siempre en busca de nuevos conocimientos y expresiones poéticas.

La Travesía Artística de Soledad Sevilla
Soledad Sevilla ha dedicado su vida a explorar las relaciones entre el arte y la naturaleza. Desde sus inicios en los años 70, ha desarrollado un lenguaje visual único que combina elementos de la geometría y la repetición, inspirándose en estructuras naturales y arquitectónicas. Su trabajo ha sido reconocido internacionalmente, y ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Europa y América.
Su enfoque meticuloso y su capacidad para transformar simples materiales en complejas composiciones han sido elementos distintivos de su obra. En su serie sobre los secaderos de tabaco, por ejemplo, utiliza estructuras geométricas repetitivas para crear una representación casi mística del paisaje rural andaluz. Estas obras no solo capturan la apariencia física de los secaderos, sino también la atmósfera y el sentimiento de estos lugares, evocando una profunda conexión con la tierra y sus ciclos.
La Obra en el Real Jardín Botánico
La elección del Real Jardín Botánico como escenario para su exposición no es casual. Este espacio, con su rica historia y su vasta colección de plantas, ofrece el contexto perfecto para apreciar el diálogo que Soledad Sevilla establece entre el arte y la naturaleza. Los visitantes pueden experimentar sus obras en un entorno que realza su significado y resalta la belleza intrínseca de sus creaciones.
En la serie de los muros vegetales, Sevilla utiliza materiales naturales para construir estructuras que parecen fundirse con el entorno. Estas obras, aunque abstractas, evocan la sensación de estar frente a un muro vivo, donde la vegetación crece y se transforma con el tiempo. La interacción entre las obras y el entorno natural del jardín crea una experiencia inmersiva que invita a la contemplación y la reflexión.
La Influencia de Andalucía en Su Trabajo
La conexión de Soledad Sevilla con Andalucía es evidente en muchas de sus obras. La Alhambra, con su intrincada arquitectura y sus jardines llenos de historia, ha sido una fuente constante de inspiración. Sus series inspiradas en estos lugares no solo reflejan la belleza física de estos entornos, sino también su rica historia cultural y espiritual.
En su obra «Apamea», por ejemplo, Sevilla explora la relación entre la arquitectura antigua y la naturaleza. Esta pieza, que lleva el nombre de una ciudad siria en ruinas, utiliza formas geométricas y patrones repetitivos para evocar la sensación de un lugar que ha sido reclamado por la naturaleza. A través de su arte, Sevilla nos recuerda la impermanencia de las construcciones humanas y la inevitable fuerza de la naturaleza.
La Relevancia de Su Trabajo Hoy
En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad y la conservación, la obra de Soledad Sevilla adquiere una relevancia especial. Sus creaciones no solo son bellas a la vista, sino que también nos invitan a reflexionar sobre nuestra relación con el entorno natural. A través de su trabajo, Sevilla nos desafía a reconsiderar nuestra percepción de la naturaleza y a apreciar su complejidad y su fragilidad.
La exposición en el Real Jardín Botánico es una oportunidad única para experimentar esta conexión de primera mano. Al caminar entre sus obras, los visitantes pueden sentir la interconexión entre el arte y la naturaleza, y reflexionar sobre el papel que cada uno de nosotros juega en la preservación de nuestro mundo.
Reflexiones Finales
Soledad Sevilla nos muestra, a través de su obra, cómo el arte puede ser un puente entre la humanidad y la naturaleza. Sus creaciones, cargadas de simbolismo y belleza, nos invitan a ver el mundo con nuevos ojos y a encontrar la poesía en los detalles más simples. La exposición en el Real Jardín Botánico es un testimonio de su talento y su visión, y una invitación a todos nosotros a redescubrir la magia del mundo natural.
Espero que hayáis disfrutado de esta inmersión en el trabajo de Soledad Sevilla. Callejeartemadrid con la cultura, la historia, el arte y las tradiciones.