Este año 2021, celebramos los 125 años de la llegada del cine a Madrid. Todo comenzó cuando un concesionario de Lumière instaló el primer cinematógrafo en los bajos del desaparecido Hotel de Rusia, en la Carrera de San Jerónimo 15. Las primeras proyecciones se llevaron a cabo en salones, barracones y teatros, hasta que se empezaron a construir edificios estables dedicados exclusivamente al espectáculo cinematográfico.

Los cines establecieron una jerarquía que los clasificaba como cines de barrio, de estreno, de reestreno, de sesión continua y de matinales infantiles. Las salas favoritas eran las que proyectaban películas del oeste americano, cine clásico y de romanos. Los precios de taquilla también variaban, siendo los más económicos los de sesión continua, que permitían pasar la tarde y ver dos películas (la principal y la de relleno), además del NO-DO, todo por una única entrada.

Entre los cines de barrio, hoy vamos a hablar del nacimiento del Cine Delicias, en el distrito de Arganzuela, en la calle Tortosa 8. Inauguró su cartelera un 21 de diciembre de 1929 y, tras la Guerra Civil, reabrió en 1942 con un clásico americano: «La fiera de mi niña». Tenía capacidad para 1.112 butacas entre patio y anfiteatro, y cerró sus instalaciones en 1974 para convertirse en patio de viviendas. Pero en el barrio no era el único; también estaban el Candilejas, América, Lusarreta, Juan Sebastián Elcano, Montecarlo y Pizarro, muchos de ellos en la calle Delicias.

Los barrios del sur no solo fueron prolíficos en salas de cine, sino que también protagonizaron destacadas escenas dentro de la filmografía española, con títulos como «Tacones lejanos», «Surcos» y «Nicholas y Alexandra», brindando localizaciones y rodajes.

Con esta efeméride, Callejearte Madrid quiere dar a conocer, dentro de sus rutas callejeras, una ciudad llena de teatros y cines que fueron uno de los entretenimientos más queridos por el público.