En Madrid, a finales del siglo XIX, comenzaron a proliferar los teatros de verano o de recreo. Eran espacios populares, en ocasiones al aire libre, aunque muchos mantenían programación todo el año. Ofrecían variedad de géneros —desde óperas hasta sainetes—, no siempre de alta calidad, pero sí con un encanto particular. Estos teatros, inspirados en … Sigue leyendo