Efemérides

4 de noviembre de 1717: Comienza la construcción del Cuartel del Conde Duque, la fortaleza barroca de Madrid

 Desde el 6 de junio hasta el 2 de noviembre, Madrid ha acogido la exposición Madrid, Art Decó 1925, una muestra espléndida celebrada en uno de los escenarios más singulares de la ciudad: el antiguo Cuartel del Conde Duque, hoy reconvertido en Centro Cultural, Sala de Exposiciones, Hemeroteca Municipal, Archivo y Biblioteca, y también en espacio para conciertos y encuentros sociales.

Pero detrás de sus muros restaurados se esconde una historia fascinante que comenzó hace más de tres siglos.

Los orígenes: un cuartel para las Guardias de Corps

El 4 de noviembre de 1717, el rey Felipe V, primer monarca de la Casa de Borbón, apenas unos años después del final de la Guerra de Sucesión, ordenó a su corregidor en Madrid, Antonio de Salces, primer marqués de Vadillo, la construcción de un cuartel para sus Reales Guardias de Corps.

El nuevo edificio debía levantarse en la calle de la Puerta de Conde-Duque, junto al convento de Nuestra Señora de los Afligidos, con capacidad para seiscientos guardias y cuatrocientos caballos. Los Reales Guardias de Corps, creados en 1704, eran un cuerpo de élite destinado a la protección personal del rey, compuesto por soldados escogidos por su valor, nobleza, confianza y porte.

Su uniforme, vistoso y majestuoso, simbolizaba el poder de la monarquía borbónica. Desde sus inicios, el Ayuntamiento de Madrid asumió los gastos de alojamiento y conservación de sus dependencias, muestra de la importancia que el cuerpo tenía para la ciudad.

Pedro de Ribera y la arquitectura del poder

El encargado de materializar la orden real fue Pedro de Ribera, maestro mayor de obras de Madrid y uno de los arquitectos más brillantes del barroco español. Bajo su dirección, y con la financiación municipal —que aportó 2.000 escudos de vellón obtenidos mediante nuevos impuestos—, comenzó la edificación de un conjunto monumental que marcaría el paisaje urbano durante siglos.

El Cuartel del Conde Duque es considerado el último gran ejemplo de la arquitectura madrileña previa a la influencia italiana, que llegaría poco después con la construcción del Palacio Real (1738–1755).

Ribera concibió un edificio rectangular y monumental, en el que conjugó funcionalidad y belleza. Con más de 25.000 metros cuadrados de superficie y 228 metros de fachada, fue durante mucho tiempo el edificio más grande de la capital. Su portada barroca en piedra, de gran riqueza decorativa, fue objeto de polémica: admirada por su expresividad, pero criticada por los defensores del clasicismo.

El conjunto incluía una gran plaza central, dos patios laterales y amplios establos para las caballerías reales. En 1730, las obras estaban prácticamente concluidas.

El siglo XIX: del esplendor al incendio

A lo largo del siglo XIX, el cuartel tuvo varios usos: academia militar, observatorio astronómico y torre de telegrafía óptica, siendo el punto número uno de la Línea de Castilla, que comunicaba Madrid con Irún.

Sin embargo, un devastador incendio en 1869 alteró su destino. Las llamas destruyeron los pisos superiores y casi arrasaron la torre occidental, que tiempo atrás había servido como prisión. A partir de entonces, el edificio entró en un periodo de progresiva decadencia.

Siglo XX: de cuartel a centro cultural

En 1969, el Conde Duque vivió una transformación decisiva. Un convenio entre el Ayuntamiento de Madrid y la Junta Central del Acuartelamiento permitió su adquisición por parte de la ciudad. El edificio perdió su función militar y comenzó un lento proceso de rehabilitación bajo la dirección del arquitecto Julio Cano Lasso.

En 1975 se llegó a proponer su demolición para construir en su lugar un teatro de ópera, pero la declaración del cuartel como Monumento Histórico-Artístico en 1976 salvó su existencia.

Finalmente, en 1983, el Ayuntamiento de Madrid lo transformó oficialmente en Centro Cultural Conde Duque, dando nueva vida a uno de los edificios más emblemáticos del barroco madrileño.

El Conde Duque contemporáneo

Desde los años noventa, el recinto ha albergado instituciones fundamentales para la memoria de la ciudad: el Archivo de Villa, la Biblioteca Histórica Municipal, la Biblioteca Musical Víctor Espinos, la Hemeroteca Municipal, la Biblioteca Pública Pérez Galdós y el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid.

Una rehabilitación integral realizada entre 2005 y 2011, dentro de su Plan Director, recuperó las fachadas de ladrillo visto, los vanos originales y las alturas primitivas de los espacios. Hoy, el Conde Duque es un lugar donde el pasado militar convive con la cultura, la música y el arte contemporáneo, abierto al público como uno de los grandes referentes del Madrid histórico y moderno.

¿De dónde viene su nombre?

El origen del nombre “Conde Duque” ha dado pie a distintas teorías.
El escritor Mesonero Romanos, en el siglo XIX, sostuvo que el edificio debía su nombre al Conde-Duque de Olivares, poderoso valido de Felipe IV.

Otra versión apunta a que el cuartel se levantó sobre el solar del antiguo palacio del conde de Aranda y duque de Peñaranda.

Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que el nombre podría aludir al III duque de Berwick y Liria, también conde de Lemos, promotor del cercano Palacio de Liria, cuya familia conservó la propiedad de los terrenos del cuartel hasta 1943.

Visitar hoy el Centro Cultural Conde Duque es recorrer tres siglos de historia de Madrid, desde los tiempos de Felipe V hasta la actualidad. Bajo su imponente fachada barroca laten las huellas de soldados, incendios y restauraciones, pero también el pulso vivo de la cultura madrileña contemporánea.

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