El 11 de marzo de 1911 se colocó la primera piedra del Hotel Palace, marcando el inicio de una nueva era para la hostelería de lujo en Madrid. Con su construcción, la capital española contaba ya con dos hoteles icónicos, el Ritz y el Palace, ambos símbolo de elegancia y exclusividad.

De un palacio a un hotel de ensueño
El Hotel Palace ocupa parte de la antigua finca del Duque de Medinaceli, una vasta propiedad que se extendía hasta la calle de las Huertas. En el solar donde hoy se levanta el hotel, se encontraba el Palacio del Prado, una residencia de recreo del Duque de Lerma, valido de Felipe III y protagonista de una de las mayores operaciones de especulación inmobiliaria del siglo XVII.
En 1601, el Duque trasladó la Corte de Madrid a Valladolid, adquiriendo propiedades a bajo precio en la capital.
En 1606, persuadió al rey de regresar a Madrid, vendiendo sus inmuebles a un precio muy superior y obteniendo una fortuna.
Este palacio, que llegó a ser residencia de Felipe V, pasó a manos de los Duques de Medinaceli hasta su abandono y demolición en 1895. Finalmente, en 1910, el empresario belga Georges Marquet adquirió el terreno para construir el hotel más grande de Europa.

Una construcción revolucionaria en tiempo récord
El Hotel Palace fue diseñado por el arquitecto catalán Eduardo Ferrés i Puig, quien empleó un moderno sistema de hormigón armado, permitiendo que el edificio se levantara en tan solo 18 meses.
Inauguración oficial: 12 de octubre de 1912.
Capacidad: 400 habitaciones, todas con teléfono, interfono e inodoro, un lujo impensable en la época.
Primer huésped registrado: Leopoldo Ghendes, un ciudadano belga, que pagó 7,50 pesetas por noche.
El acto inaugural estuvo presidido por el rey Alfonso XIII y el presidente del Gobierno, José Canalejas, quien fue asesinado un mes después en la Puerta del Sol.

Un refugio para intelectuales, artistas y estrellas de cine
Mientras el Ritz era el hotel preferido por la aristocracia, el Palace se convirtió en el centro de reunión de intelectuales, científicos y artistas.
Entre sus ilustres huéspedes destacaron:
Madame Curie y Albert Einstein, invitados por la Residencia de Estudiantes y el Ateneo de Madrid en 1923.
Unamuno, Picasso, Dalí, Buñuel, Lorca, Blasco Ibáñez y Stravinsky, habituales en sus salones.
Hemingway, quien hizo del Rector’s Club uno de sus lugares favoritos en Madrid.
Estrellas de cine:
Rita Hayworth, que consideraba el Palace su hotel favorito.
Ava Gardner, Gary Cooper, Orson Welles, Alfred Hitchcock, Rock Hudson y Catherine Deneuve, entre otros. Michael Jackson, quien pidió que instalaran una tarima en su habitación para ensayar sus coreografías.
Anécdota inolvidable: En 1964, la actriz Catherine Deneuve llegó al Hotel Palace en un carro de traperos tras una noche de fiesta en Madrid, mientras promocionaba Los paraguas de Cherburgo.

De refugio real a hospital de guerra
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), el Palace se convirtió en el último refugio de la realeza europea, ya que España permaneció neutral en el conflicto.
En la Guerra Civil Española (1936-1939), el hotel fue requisado y transformado en hospital de sangre. Se instalaron más de 800 camas y sus lujosas habitaciones se convirtieron en quirófanos improvisados.
La sala circular del hotel fue utilizada como quirófano, aprovechando su magnífica claraboya de luz natural.
En los años 40, el hotel albergó el Cine Palace, ampliando su oferta cultural.

El Palace y la historia de España
El Hotel Palace también ha sido testigo de acontecimientos clave en la historia reciente del país.
Durante el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, los salones del hotel se convirtieron en el centro de seguimiento de los sucesos.
Sede temporal de la Embajada de la URSS, durante una semana en la Guerra Civil.
Propiedad de la familia Marquet hasta 1977, pasó a ser gestionado por Marriott International en 2001.
Hoy en día, el edificio conserva su elegancia, aunque sus bajos han sido ocupados por cadenas comerciales como Starbucks y Vips.
Una joya arquitectónica de Madrid
El Hotel Palace es un referente del neobarroco francés dentro del eclecticismo arquitectónico de principios del siglo XX.
Sus cuatro fachadas son equilibradas y simétricas, destacando por su sobriedad.
Los torreones y detalles decorativos le confieren un aire señorial.
En su bar-museo se exponen objetos y fotografías que recorren su fascinante historia.
Visitar el Hotel Palace es viajar en el tiempo a la época dorada de la hostelería madrileña. Su legado sigue vivo como un símbolo de lujo y exclusividad en la capital de España.