El 26 de noviembre de 1925, el Museo Arqueológico Nacional recibió una de sus más valiosas adquisiciones: el tesoro visigodo de la necrópolis de Carpio de Tajo. Este conjunto excepcional, hallado en la provincia de Toledo, es un testimonio único de la cultura visigoda en la península ibérica.

Un hallazgo promovido por la realeza
La historia del descubrimiento comienza en 1924, cuando el arqueólogo Cayetano de Mergelina, profesor de la Universidad de Valladolid y posteriormente rector, lideró las excavaciones tras recibir financiación directa del rey Alfonso XIII. El interés del monarca se despertó gracias a un broche y una fíbula aportados por el coleccionista Pedro de Artiñano, quien calificó estos objetos como «hallazgos excepcionales».
En un contexto en el que los yacimientos visigodos en España eran escasos, Carpio de Tajo se convirtió rápidamente en un referente, comparable a la necrópolis de Daganzo de Arriba.

La riqueza de la necrópolis de Carpio de Tajo
El yacimiento, situado en la región de influencia de Toletum, abarcaba 285 tumbas de una comunidad visigoda que vivió durante aproximadamente 150 años, o cinco generaciones. Estas tumbas contenían más de 300 objetos que revelan detalles de su vida cotidiana y creencias funerarias:
- Adornos personales: collares, pendientes, anillos, fíbulas y broches de cinturón.
- Monedas romanas: testimonio de intercambios económicos y culturales.
- Objetos utilitarios: cuchillos, cerámicas, elementos de cristal e incluso restos de alimentos.
Un legado que sigue revelando secretos
El legado de la excavación se mantiene vivo gracias al descubrimiento reciente de los cuadernos originales de Mergelina, que permiten ahondar en la investigación sobre la cultura visigoda. Con motivo del centenario de las excavaciones, el Museo de Santa Cruz de Toledo organizó una exposición en su sucursal de Los Concilios, mostrando documentos históricos conservados en el Museo Arqueológico Nacional.
Carpio de Tajo en el contexto visigodo
Junto a la necrópolis de la Cacera de las Ranas en Aranjuez, Carpio de Tajo es uno de los núcleos funerarios más relevantes y mejor documentados de la España visigoda. Estas comunidades, dedicadas principalmente a la agricultura y la ganadería, han dejado un legado que nos acerca a su forma de vida y visión del mundo.
El tesoro donado al Museo Arqueológico Nacional no solo representa un hito en la investigación arqueológica, sino que también refuerza la importancia de la colaboración entre académicos, coleccionistas y la Corona en el descubrimiento y preservación del patrimonio cultural.