Efemérides

El Traslado de la Fuente de Neptuno: 30 de Julio de 1897

Aunque Madrid no tiene mar, la Fuente de Neptuno es una de las más conocidas de la ciudad, junto con la de Cibeles. Se encuentra en el centro de la Plaza de Cánovas del Castillo, pero no siempre estuvo ubicada en este lugar.

Originalmente, estuvo situada entre la Calzada del Prado de San Jerónimo y el Paseo de Trajineros. Fue el 30 de julio de 1897 cuando se colocó en el centro de la Plaza de Cánovas del Castillo, diseñada dos años antes, cambiando su posición y orientación, ya que hoy mira hacia la Plaza de las Cortes.

Formaba parte de la ordenación urbana del Salón del Prado, situada en el extremo sur, con la Fuente de Cibeles al norte y la de Apolo o de las Cuatro Estaciones en el centro. Diseñada por el arquitecto de Ciempozuelos, Ventura Rodríguez, se construyó entre 1781 y 1786 utilizando mármol blanco de Montesclaros (Toledo). No está muy clara la paternidad de la escultura; se habla de Juan Pascual de Mena, pero este murió antes de completarla, y fue continuada por su discípulo José Arias.

Con sus 238 años, la Fuente de Neptuno ha sufrido deterioros, mermas y restauraciones, como en 1842, cuando se restauraron un brazo, tres dedos y las paletas de la rueda del carro. Cuando se trasladó la fuente a finales del siglo XIX, se aprovechó para limpiar a fondo todo el conjunto y recuperar algunas piezas perdidas. Incluso en 1914 se restituyó el tridente robado, que durante un tiempo fue dorado. Otros cambios incluyeron un segundo pilón en 1965, el ajardinamiento exterior y la impermeabilización del vaso.

Durante la Guerra Civil, al igual que la Cibeles, se construyó una protección para cubrirla por completo. Una anécdota de esta época es que se colgó del cuello de Neptuno un cartel que decía: “Dadme de comer o quitadme el tenedor”.

La fuente está presidida por la figura de cuerpo entero del dios, de tamaño natural, elevada a más de 4 metros de altura, con un estilo neoclásico. La figura del dios emerge de un gran pilón de más de 30 metros de diámetro, en cuyo centro hay dos grandes vasos circulares y concéntricos.

El dios, con tridente de hierro en la mano izquierda y una serpiente marina en la derecha, conduce una carroza con ruedas de aspas adornada con caracolas, tirada por dos hipocampos (caballos marinos), símbolos de las tormentas y mares agitados, guiados por cuatro delfines que navegan sobre una recreación de olas marinas. El agua de la fuente surge de un tritón situado detrás de la figura del dios, mientras que otros tres tritones están en la parte delantera y otros dos surtidores verticales flanquean el conjunto.

Neptuno es hijo de Saturno y Rea, hermano mayor de Júpiter y Hades. Reinaba sobre aguas y mares. El tridente fue un regalo de los cíclopes, con el cual agitaba los mares y hacía brotar fuentes. Su equivalente en la mitología griega es Poseidón. Neptuno se asocia a los gobernantes en representación de su dominio sobre los mares, especialmente los reyes españoles que tenían posesiones por todo el mundo. Refleja el poder económico de la España del siglo XVIII, centrado en el comercio y sus posesiones de ultramar.

Para los madrileños aficionados al fútbol, la Fuente de Neptuno es el lugar de encuentro de los aficionados del Atlético de Madrid.

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