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Descubre la Historia del Pasaje Modernista y el Café María Cristina en Calle Mayor 6

os pasajes comerciales de inspiración francesa se volvieron populares desde mediados del siglo XIX, dejando su huella en Madrid con ejemplos como el Pasaje Matheu, Pasaje de Murga y Pasaje Alhambra. Situado en la calle Mayor 6, junto a la Casa Palazuelo diseñada por el arquitecto Antonio Palacios, se erigió un gran edificio destinado a viviendas y comercios, albergando un pasaje y un encantador café.

El arquitecto Manuel Álvarez Naya diseñó este edificio para el duque de Torres, un noble rentista. Su construcción finalizó en 1924, y la prestigiosa casa belga León Monnoyer et Fils se encargó de la decoración.

El pasaje en sus bajos estaba adornado con molduras y apliques, con un techo decorado con vidrieras de colores que iluminaban el espacio. Con rótulos se dirigía al público a distintas áreas como la sala de billares, las zonas de tertulia, el salón de té y el restaurante, conformando así el Café María Cristina. Este café musical, dirigido por Federico Rey y sus hijos Antonio y Federico, ocupaba la calle Arenal 5 y se extendía hasta el pasaje de la calle Mayor 6.

Una puerta giratoria de madera y cristal en el fondo del pasaje daba acceso al café, iluminada por cristaleras en la entrada y el techo. En el interior, escalones conducían a una gran sala con divanes tapizados, mesas de mármol, sillas de madera, altos techos y robustas columnas, decorada con molduras y frisos de madera en las paredes.

El Café María Cristina contaba con un sistema de calefacción en invierno y ventiladores de techo en verano, además de ofrecer una amplia carta elaborada por el mejor cocinero de Madrid.

El billar era una atracción principal, con 31 mesas fabricadas por la casa de Ismael Guarner. Otro espacio notable era el salón de té Luis XVI, decorado con espejos, guirnaldas de escayola y vidrieras emplomadas en el techo, donde se celebraban bailes y espectáculos curiosos.

En 1930, el hijo del dueño, Antonio Rey, renovó el establecimiento convirtiendo el salón de té en un jardín de invierno y transformando la zona del mostrador en un bar diseñado por el arquitecto Luis Gutierrez Soto, inaugurado en diciembre de 1932 como Bar María Cristina.

Desafortunadamente, los bombardeos durante la Guerra Civil Española devastaron Madrid y destruyeron el pasaje, el Café María Cristina y su bar. A pesar de los esfuerzos por mantener el negocio, el café cerró definitivamente en 1949, convirtiéndose el local en la Galería de Arte Toisón en 1953.

El bar María Cristina, con su estilo racionalista y su fachada adornada con una «farola-flecha», fue inaugurado en 1933 pero pronto sufrió una huelga de camareros y los estragos de la guerra, terminando completamente destruido en 1937.

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