En el Madrid de los años 30, una irlandesa divorciada y madre de una niña fruto de su relación con un diplomático español, abrió un local de ocio donde las mujeres de la burguesía pudieran reunirse a charlar y disfrutar de un auténtico té británico: Embassy.
Este lujoso establecimiento se encontraba en el Paseo de la Castellana, nº 12, esquina con calle Ayala, entre las embajadas de Alemania e Inglaterra. Margaret Kearney Taylor creó un espacio único con salón de té, un obrador para elaborar pastelería británica, un barman para cócteles, y en los años 70 incluso una terraza en el paseo central de la Castellana.
Durante la compleja época de la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial, el local y la casa de Margaret se convirtieron en refugio para miles de personas que huían de los horrores de la guerra y de los campos de concentración, ayudando a más de 30,000 personas.
En 1975, Margaret traspasó el negocio, aunque se mantuvo como accionista y alma del local. Murió en 1982 y fue enterrada en el Cementerio Británico, situado en el barrio de Urgel. Una sencilla lápida marca su tumba, y su historia se mantuvo en secreto hasta 1995 para proteger la identidad de algunos agentes de inteligencia que aún vivían. Desgraciadamente, la crisis económica acabó con Embassy en 2017 tras 86 años de historia. Sin embargo, su legado perdura y su fascinante historia puede leerse en «Nido de Espías» del escritor Peter Besas, y el Cementerio Británico, donde su guía, David Butler, relata su apasionante historia.
