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El Mentidero de la Villa: el lugar donde nacieron los rumores de Madrid

En el siglo XVII, Madrid estaba lleno de lugares donde la gente se reunía para compartir chismes, rumores y noticias. Estos espacios, conocidos como mentideros, eran auténticos centros de información no oficial, lo que hoy podríamos llamar un «periodismo oral». Entre los más famosos se encontraba el Mentidero de la Villa, ubicado en las gradas del convento de San Felipe el Real, en plena Puerta del Sol.

Los tres grandes mentideros de Madrid

En la capital existieron tres mentideros destacados, cada uno con su propia personalidad y público:

  1. Mentidero de los Representantes
    Situado en la Plazuela del León, en el actual barrio de las Letras, este mentidero era el punto de encuentro de actores, escritores y empresarios teatrales. Allí se discutían los últimos estrenos y las rivalidades artísticas.
  2. Mentidero de Palacio
    Ubicado frente al Real Alcázar de los Austrias, era el lugar donde se concentraban quienes buscaban favores reales o deseaban estar cerca del centro del poder. Desde aquí, los madrileños observaban el paso de los monarcas cuando salían de palacio.
  3. Mentidero de la Villa (Gradas de San Felipe)
    Este era el más popular y bullicioso de los tres. Las gradas del convento de San Felipe el Real, situadas en un nivel elevado sobre la Puerta del Sol, se convirtieron en un lugar perfecto para charlar, comerciar y esparcir rumores.

San Felipe el Real: el corazón del Mentidero de la Villa

El convento de San Felipe el Real estaba situado en la manzana que ocupan hoy las calles Mayor, Esparteros y del Correo. Para salvar el desnivel entre el convento y la Puerta del Sol, se construyeron unas gradas de piedra, que se convirtieron en el escenario ideal para la tertulia popular.

En la parte inferior de las gradas, se encontraban las covachuelas, pequeñas tiendas con entrada en forma de arco porticado, donde se vendían todo tipo de productos:

  • Almacenes de cintas y pañuelos
  • Herbolarios y despachos de nieve
  • Fábricas de aceite y jabón
  • Figones (tabernas)
  • Librerías y pliegos de cordel (folletines baratos)

Estas tiendas subterráneas se arrendaban a comerciantes, con una curiosa cláusula: los contratos se renovaban con cada nuevo monarca, ya que la duración del alquiler dependía de la «vida del rey».

El final del Mentidero: la desamortización y el derribo de San Felipe

En 1836, con la Desamortización de Mendizábal, el convento de San Felipe el Real fue expropiado y demolido en 1838. Este derribo permitió ampliar la Puerta del Sol y abrir nuevas calles, como la actual calle Pontejos.

A pesar de la desaparición del convento, el espíritu del Mentidero de la Villa no se perdió. La Puerta del Sol se convirtió en el «Mentidero de España», un lugar donde se distribuían panfletos políticos, se organizaban protestas y se comentaban los escándalos de la Corte.

Las Casas de Cordero: el primer edificio moderno de la Puerta del Sol

En el solar liberado tras el derribo del convento, se construyeron las Casas de Cordero entre 1842 y 1850, el primer edificio de viviendas de alquiler de la Puerta del Sol. Su promotor fue Santiago Cordero, un empresario maragato que, según la leyenda, hizo fortuna ganando la Lotería de Navidad.

Diseñadas por el arquitecto Juan Sánchez Pescador, las Casas de Cordero introdujeron importantes innovaciones:

  • Comercios y cafés en la planta baja.
  • Viviendas más amplias sin las tradicionales buhardillas.
  • Un diseño alineado con la Real Casa de Correos, contribuyendo a la ordenación urbanística de la Puerta del Sol.

Del chisme a la historia: el legado del Mentidero de la Villa

Aunque las gradas de San Felipe y sus covachuelas desaparecieron, su legado permanece en la historia de la ciudad. Hoy, la Puerta del Sol sigue siendo un espacio donde los madrileños se reúnen para compartir noticias, expresar sus opiniones y formar parte de la vida pública.

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