Madrid aún cuenta con algunos comercios centenarios que se niegan a desaparecer. Frente a la Puerta de Toledo, en el Paseo de los Olmos 3, se encuentra la Mantequería Andrés.
Como tantos españoles que tuvieron que dejar su pueblo para trabajar, Andrés de las Heras partió de Valdeolivas (Cuenca) con tan solo 13 años, llevando consigo una maleta de madera y muchas ganas de trabajar.
Comenzó como dependiente en el negocio de Alejandro Cos, un ultramarinos que abrió sus puertas en 1870 como Casa Pérez. Tras el fallecimiento de su jefe, Andrés se hizo cargo del negocio y cambió su nombre a Mantequería Andrés.
El negocio ha sido continuado por sus dos hijos, Andrés y José Luis, y por su nieto. La mantequería ofrece productos nacionales de gran calidad: conservas, legumbres, dulces tradicionales, horchata, embutidos, quesos, miel sin adulterar, sobaos de Cantabria, conservas artesanas, leche fresca de la sierra de Madrid, yogures artesanales del País Vasco, naranjas de Valencia, chocolates de Villajoyosa, y más.
Son ya 154 años de actividad comercial ininterrumpida. El comercio se especializa en productos artesanos de calidad de todos los rincones de España, especialmente de Cuenca, como el gazpacho manchego y conservas de La Ponderosa, un negocio que cerró por jubilación. La Mantequería Andrés buscó un sustituto y lo encontró en Casa Eladio, especializado en conservas artesanas conquenses como morteruelo, perdices, codornices y ajo arriero. Un auténtico museo de la gastronomía, un establecimiento muy selecto y exclusivo que ha mantenido siempre su identidad.
Solo la pandemia de 2020 obligó al establecimiento a cerrar durante un mes, debido al miedo de sus clientes, pero continuaron realizando pedidos online, por correo electrónico y por teléfono. Cuentan con más de 2.000 referencias, lo que hace que el proceso de selección de productos sea muy exigente. Realizan catas de productos y se guían por su experiencia y criterio como especialistas.
Entre sus productos estrella se encuentran el queso manchego y las legumbres, que provienen de pequeños agricultores de pueblos como La Armuña o El Barco de Ávila. También ofrecen conservas de mejillones y sardinas de Galicia, pimientos del piquillo y alcachofas de Tudela (Navarra).
En cuanto a dulces, apuestan por bollería natural y saludable, descartando aquellos que contienen coco o aceite de palma. Ofrecen las tradicionales galletas de Cuenca, que vienen desde Castejón (Teruel), el pueblo donde creció José Luis Perales; las rosquillas de Chapela y los famosos Miguelitos de La Roda (Albacete). Todo ello acompañado de un trato afectuoso tanto por parte de los compradores como de los dueños del local.




