Desde el pasado 6 de junio y hasta el próximo 29 de septiembre, el Museo de Historia de Madrid, en la calle Fuencarral 78, ofrece en su patio una magnífica exposición dedicada a la cerámica, un material que ha estado presente en Madrid desde la época neolítica, con los vasos campaniformes de Ciempozuelos. Desde entonces, la cerámica ha jugado un papel fundamental en los edificios de la ciudad, manifestándose en ladrillos, tejas, azulejos, relieves, murales, cartelas de calles y plazas, y esculturas. Estas obras han contribuido a hacer de la capital un espacio urbano más atractivo y acogedor. La cerámica, un material humilde y versátil, ha permitido diversas producciones, desde recipientes hasta materiales de construcción, y ha sido fundamental en el desarrollo tecnológico.
La Escuela Municipal de Cerámica de la Moncloa rinde homenaje a este material tan esencial en Madrid, a través del trabajo creativo de sus alumnos. La exposición propone un diálogo entre piezas contemporáneas y cerámicas históricas, resaltando la importancia y la evolución de la cerámica en la ciudad.

