En el corazón de Madrid, en la calle de la Puebla, número 20, se erigía un símbolo de esperanza y educación: el Colegio de la Purísima Concepción. Desde su fundación en 1651 por la Hermandad del Refugio, este colegio ha sido un faro de luz para las niñas huérfanas, brindándoles un hogar y una educación que las alejara de la pobreza y el desamparo.

A lo largo de los siglos, el colegio se ha mantenido firme en su misión, incluso en tiempos difíciles como la invasión francesa y la Guerra Civil. Sin embargo, en junio de 2023, la triste noticia llegó: tras más de tres siglos de servicio, el Colegio de la Purísima Concepción cerró sus puertas.

La decisión de cierre ha generado indignación y protestas entre las familias, pero la Hermandad del Refugio argumenta que el deterioro del edificio ha alcanzado niveles críticos que hacen imposible su funcionamiento seguro. A pesar de su valor histórico y cultural, el inmueble no cumple con los estándares mínimos de seguridad y no se pueden realizar mejoras estructurales debido a las restricciones del régimen urbanístico.

La situación se ve aún más sombría por las sospechas de especulación inmobiliaria en torno al edificio del colegio. Se rumorea que la Hermandad del Refugio tiene planes para convertir el espacio en una residencia de ancianos, aprovechando su ubicación privilegiada en el turístico barrio de Malasaña. Mientras tanto, el edificio contiguo, la iglesia de San Antonio de los Alemanes, atrae a numerosos visitantes como una joya arquitectónica del barroco madrileño.

El cierre del Colegio de la Purísima Concepción representa mucho más que el fin de una institución educativa. Es el final de una era, el cese de una labor noble que ha impactado la vida de innumerables estudiantes y familias a lo largo de los años. Es una tragedia urbana que refleja los desafíos y las tensiones de una ciudad en constante cambio.

Mientras el futuro del edificio queda en el aire, queda claro que el legado del Colegio de la Purísima Concepción perdurará en la memoria de aquellos que lo conocieron y lo amaron. Su cierre es un recordatorio de la importancia de proteger y preservar nuestro patrimonio cultural, y un llamado a la acción para evitar que tragedias similares ocurran en el futuro.

Únete a nosotros para recordar y honrar la historia del Colegio de la Purísima Concepción, y para reflexionar sobre el impacto de su cierre en la comunidad y en el tejido urbano de Madrid.