En 1861, en la calle Independencia nº 4, en el Barrio de Opera, había una taberna que después de pasar por varios dueños, llegó en 1896 al tabernero asturiano, Eladio Leirana, «El Barbas», quien la hizo famosa como «Casa Eladio» y la convirtió en casa de comidas. Estaba muy cerquita del Teatro Real e iban a comer los cocheros de punto y los que esperaban a los señores que estaban en una función teatral.
Pronto se puso de moda y empezaron a acudir sobre todo: escritores, periodistas, pintores, toreros, actores, cantantes como el barítono italiano Titta Ruffo, músicos, gentes de negocios, aventureros, damas encopetadas que se sentaban en mesas de pino sin manteles ni servilletas… Los platos típicos que normalmente solían pedir eran: huevos fritos con tomate, judías con chorizo..
Desde el siglo XVIII era típico en Madrid que las clases altas se hicieran pasar por gente del pueblo, vistiendo de majos para ir a las fiestas y romerías. Esta costumbre continuó en pleno siglo XX, donde gente de dinero y posición solían cenar en Casa Eladio, perdices estofadas y llamaban a la cuenta la «dolorosa».
El hijo de Eladio, del mismo nombre, se hizo cargo de la taberna y daba a los platos nombres tan curiosos como «las del ruido» (judías)», «calamares estilográficos» (en su tinta), «carnestolendas» (carne con tomate). ¡Muchas y divertidas anécdotas se cuentan de la taberna y sus dueños!
Cuando muere Eladio hijo en 1962, su hijo, Juan Manuel no quiso seguir el negocio, y lo traspasó. Paso a llamarse Restaurante Real, antigua Casa Eladio, y siguió hasta que a mediados de los 80 se convierte en un Foster Hollywood.