Un 2 de marzo de 1923, Einstein estuvo dos semanas en España. El autor de la teoría de la Relatividad fue invitado por el matemático Julio Rey Poster y el ingeniero Esteve Terradas. Había ganado el Premio Nobel en 1922 por sus aportaciones a la física teórica y por el descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico. Era ya una celebridad mundial. Cuando llegó, nadie fue a recibirle a la estación de tren de Barcelona porque Einstein se olvidó de avisar en que tren llegaba y fruto de ese malentendido, el físico y su esposa Elsa, durmieron esa noche no en el Hotel Ritz, donde tenían reservada una habitación, sino en una pensión de la Rambla. Aquí comienza el azaroso viaje de Einstein por España. En los seis días que estuvo en Barcelona, además de dar conferencias, visitó el sindicato anarquista de la CNT.

Decía Einstein que tenia gran preocupación por le movimiento obrero, pero también acudió al monasterio cisterciense de Poblet.

En Madrid fue recibido por el rey Alfonso XIII, con quien se tomó una curiosa fotografía donde aparece con los ojos bien cerrados mientras que el físico los tiene bien abiertos. Impartió también conferencias a las que asistieron Ramon y Cajal, Marañón, Ortega y Gasset y Gómez de la Serna. Fue invitado a la Residencia de Estudiantes, uno de los centros más pioneros de la época.

Einstein demostró interés por el arte, visito tres veces el Museo del Prado, el monasterio de El Escorial, visitó Toledo, contempló el Entierro del Conde Orgaz de «El Greco». Su viaje terminó en Zaragoza un 14 de marzo, donde celebró su cumpleaños, y firmó la pizarra donde impartió sus explicaciones con autógrafo incluido. Hoy en día se desconoce el paradero de dicha pizarra.

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