Situada detrás de Plaza de España, en la calle San Bernardino 11, se encuentra la Farmacia Arteaga, una joya desde 1888. Justo enfrente, se encuentra el Palacio de los Marqueses de Santa Cruz, una visita que merece la pena visitar. Estanterías de madera en color blanco y dorado, fondo de espejo, ocupan sus paredes desde el suelo al techo. A su vez, conserva un esplendido botamen de farmacia del S.XIX. Todo el conjunto esta presidido por un gran fresco circular de 2 m de diámetro que representa una alegoría de la Farmacia, obra de Daniel Zuloaga. En él, aparece Higia, diosa griega de la salud y la higiene, sosteniendo la famosa copa y la serpiente en una mano, símbolo de la profesión; una planta medicinal en la otra y rodeada por 7 angelitos, que a su vez portan objetos relacionados con la Farmacia. Es un comercio de los que ya no existen.
Se la conoce como la farmacia «La Beata» . Su nombre se debe a Elvira Moragas Cantarero, la primera mujer farmacéutica en la Universidad Central de Madrid, quien regentó esta farmacia. Fue monja carmelita descalza, priora en dos ocasiones y asesinada en 1936, por no querer revelar donde estaban los tesoros del convento.
Beatificada en 1998, es patrona de los farmacéuticos de Polonia. Su historia personal es apasionante y merece un recorrido por el barrio de Argüelles. ¿Os apuntáis?
Tras varios dueños, la farmacia fue comprada en 1974 por la Lda. María Carmen Arteaga que tras más de 40 años, sigue dispensando y dando consejos en el barrio.
Callejeartemadrid propone rutas callejeras por los barrios de Madrid, como por ejemplo el barrio de Argüelles, donde podremos conocer la Farmacia Arteaga desde 1888.