La restauración del Palacio del Infante Don Luis de Borbón, en Boadilla del Monte, joya del Neoclasicismo de Ventura Rodríguez ha dejado al descubierto una serie de pinturas al fresco con motivos figurativos en perfecto estado ocultas tras falso techo de escayola, en las estancias de la Condesa de Chinchón.
María Teresa de Borbón y Vallabriga, más conocida como la condesa de Chinchón, retratada desde niña por Goya, hija del infante Don Luis Antonio de Borbón, hermano menor de Carlos III, adquirió el palacio de las Dos Torres y lo reformó en su palacio personal que contaba con lujos y obras de arte, como el Cristo de Velázquez. La Condesa, esposa de don Manuel de Godoy, no habito este palacio, pero estas estancias fueron destinadas a visitas puntuales con motivos de cacerías. Esta zona de palacio sufrió un incendio en 1795 y fueron decoradas en 1805, es entonces cuando se transforma un gran salón en tres habitaciones para dormitorio y salitas domesticas.
La decoración consiste en una representación de un cielo que abarca la totalidad de la estancia. Superpuesta a esta pintura se dispuso, a modo de trampantojo, una cornisa decorada con casetones que incorporan flores. El techo hasta ahora inédito, además, incorpora una moldura en madera noble con una decoración de dos líneas paralelas de secuencias de hojas doradas con pan de oro y de idéntica factura que las molduras que enmarcan las ventanas de estas estancias.