Esa fue la frase que le dijo al General Juan Prim su ayudante cuando de camino hacia el Palacio de Buena Vista, sede del Ministerio de Guerra en la calle Alcalá, tras pasar por las s calles, Floridablanca, Sordo ( actual Zorrilla), y Turco ( actual Marques de Cuba), en esta ultima, dos berlinas bloquean el camino y varios hombres embozados y con trabucos asaltan el coche del General. Pero ya era tarde para Prim. Todo sucede deprisa, unos hombres se abalanzan sobre el coche abren la portezuela y descerrajan cinco disparos sobre Prim, le dañan el hombro izquierdo , el brazo, la palma de la mano, ha perdido un dedo, pero los órganos vitales están intactos. Le llevan al Palacio de Buena Vista y alli fallece.

150 años después de la muerte de Prim, aun esta por esclarecer este crimen, se habla de conspiración mentiras, encubrimientos, el equipo que examino su cuerpo habla de estrangulamiento a lazo, mientras que la versión oficial, es que murió de la infección provocada por las heridas del atentado. El sumario fue manipulado y se habla del duque de Montpensier como principal sospechoso, pero a Prim le sobraban los enemigos….

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