Con ese término la Historia se refiere a la conspiración fallida encabezada por el Príncipe de Asturias, Fernando de Borbón, futuro Fernando VII para provocar la caída del valido Manuel de Godoy y poner bajo control a la reina María Luisa que era su principal apoyo. Lo que pasaría con el rey, Carlos IV nunca estuvo claro. Todo ocurrió el 27 de octubre de 1807 durante una estancia de la familia real en el Monasterio de El Escorial, el mismo día que se firmaba el Tratado de Fontainebleau porque el que la Monarquía permitía la entrada de tropas francesas de Napoleón, para atacar conjuntamente el Reino de Portugal. Un 5 de noviembre el rey Carlos IV perdona a su hijo la traición, pero paradojicamente de aquella conjura salió fortalecido el príncipe Fernando, fue considerado victima de la ambición de su madre, del pérfido valido y de la debilidad de su padre, y no desaprovecho la segunda oportunidad para hacerse con el poder en marzo de 1808.

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