Un 21 de agosto de 1623 Felipe IV agasajó a Carlos de Estuardo con grandes festejos y una corrida de toros en la Plaza Mayor por su llegada a Madrid.
Carlos Estuardo, único hijo varón vivo de Jacobo I de Inglaterra se presenta ante las puertas de la residencia del embajador ingles en Madrid, tras haber atravesado media Europa a caballo de incógnito con la única compañía del valido de su padre y futuro Duque de Buckingham.
Viaje plagado de peligros y aventuras, pero el rey ingles se dejo convencer, la presencia del heredero forzaría a los españoles a cerrar las negociaciones de matrimonio con la hermana menor de Felipe IV, la infanta María, que las coronas de ambos países habían ido manteniendo con altibajos desde 1611. El Príncipe estuvo en Madrid unos 6 meses , las negociaciones fueron un fracaso, y regreso herido en su orgullo.
Lo novelesco del suceso fue tema de la literatura inglesa y española del momento.
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