Nace en Ribadesella, Asturias, pero hizo carrera en Madrid, apodado «el divino», por su oratoria en las Cortes de Cádiz, 1812, fue abogado, político y diplomático, presidente de las Cortes, tutor de la reina Isabel II.,
Tras unos inicios liberales, por los que estuvo desterrado y sufrió carcel, cuando fallece Fernando VII, regresa a España en 1834, participa en la redacción de la Constitución liberal de 1837, sera diputado por Asturias y mas tarde por Madrid, el mismo año que falleció de una apoplejía en 1844. Doce años después de su muerte, el Ayuntamiento de Madrid bautiza con su nombre uno de los barrios del Ensanche, edificado en la parte alta de la Montaña de Príncipe Pío, erigido entre 1856-1884, donde también tenemos una calle con el nombre de Tutor, que se refiere al político. En 1902, con motivo de las fiestas de la coronación de Alfonso XII, se levanta en su honor una estatua del catalán José Alcoverro, hoy en la plazuela del marques de Cerralbo.
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