En el barrio de Carabanchel, a pocos metros de la calle General Ricardos, en la calle Comandante Fontanes, 7, lindando con las calles Inglaterra e Irlanda se encuentra el Cementerio Británico fundado en 1854 con el objetivo de dar cobijo a los protestantes que no podían ser enterrados en camposantos católicos.

Edificio de fachada neogótica con el escudo del Reino Unido Imperial y victoriano obra del escultor Nicoli nos invita a entrar a este espacio donde moran personajes tan curiosos como Margarita Kearny Taylor, fundadora del salón de te Embassy, el pastelero suizo Lhardy, creador del mítico restaurante, William Parish, fundador del Circo Price, la familia Loewe, el panteón de los Tertsch, periodista austriaco que se instaló en Madrid tras ser represaliado por los nazis.
Unas 600 tumbas en las que también hay judíos, ortodoxos rusos, masones, incluso una musulmana y una variedad de nacionalidades, hasta 44. Durante la época franquista se permitieron los entierros sin ostentación de símbolos religiosos.
En las últimas décadas ha sido sometido a varias reformas, a finales de los 90 y en el 2014, la constructora Sunley y la cervecera Allen, sufragaron las obras de mantenimiento. El perímetro del cementerio tiene la misma consideración territorial que la embajada británica.
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