1 DE NOVIEMBRE DE 1959
Hablamos de la moneda de 5 céntimos de cobre, que se acuñó durante el Gobierno Provisional que siguió al exilio de Isabel II (1868). El reverso de la moneda mostraba un león rampante sosteniendo un escudo de España pero que se parecía a un perro, de ahí la denominación popular. La «perra gorda» tenía el mismo diseño pero era el doble de grande y de valiosa, equivalía a 10 céntimos. Siguieron circulando en 1941, durante el régimen de Franco, ahora ya en aleación de aluminio, aunque al león se le sustituyó por un lancero a caballo, que se decía representar a Carlos V tal como aparecía en el cuadro de Tiziano (batalla de Mühlberg).
Hay un dicho popular «para ti la perra gorda», se usaba para darle aparentemente la razón alguien, para cortar una discusión de que la que no se ve salida por la terquedad del oponente al que se desacredita por el escaso valor de la moneda que se cita.