Ya se que es una frase en desuso, pero alguna vez la hemos oido a nuestras madres o abuelas, ¿de dónde procede tal frase?
Parece ser que en otros tiempos, las prostitutas tenían prohibido ejercer su actividad en la Semana Santa, y si lo hacían dejaban de recibir la paga o limosna del Convejo que les daba como ayuda a su manutención. Así es lógico pensar, que si no podian ejercer y tenían pendiente el pago de dicha limosna para subsistir, la Cuaresma no era la época del año mas boyante para las meretrices.
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