En 1843 se crearon en Madrid las primeras cuatro líneas del ómnibus tirados por tracción de sangre, una línea que unía el Barrio de Salamanca con el Barrio de Pozas, en la calle Princesa esquina con la calle Alberto Aguilera. Fue una compañía tranviaria de origen inglés quien construyó estos tranvías cuya función era unir los nuevos barrios ubicados en los Ensanches a través del centro de la ciudad: Sol y Cibeles. Aun no existía la Gran Via, ni la Plaza de España, asi que el eje Alcalá-Mayor era la opción más lógica para atravesar la ciudad de este a oeste.
Pués bien en 1906 quedó suprimida la tracción de sangre en la red de Madrid. Ningún tranvía volverá a ser tirado por animales.

CURIOSIDADES DE MADRID
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