Un 10 de enero de 1601, la Corte de Felipe III abandona Madrid rumbo a Valladolid, siguiendo los intereses del valido del rey, el Duque de Lerma.
Cuarenta años después de la decisión de Felipe II de convertirla en capital, su hijo, Felipe III, convencido por su valido, trasladó la corte. Se debió a las operaciones inmobiliarias tremendamente ventajosas para la economía del duque, que había comprado propiedades en Valladolid a bajo precio y que vendió por cantidades mucho mas altas.
Madrid se vacía de cortesanos con el descalabro económico que implica, y el duque aprovechó para hacerse con propiedades de nuevo a bajo coste y convenció al monarca para regresar en 1606, así el negocio fue redondo.
Pero la corrupción del duque acabó saliendo a la luz y cayó en desgracia, consiguiendo salvar su vida al solicitar el capelo cardenalicio. El poeta Juan de Tassis, conde de Villamediana, con su afilada pluma escribió los siguientes versos:
“El mayor ladrón de España / para no morir ahorcado / se vistió de colorado”..
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