Durante el siglo XIX Madrid se rindió a la opera italiana, en su estrenado Teatro Real, situado en la Plaza de Isabel II, donde antaño estuvo el coliseo de los Caños del Peral, cantaron las mejores voces de todos los tiempos, entre ellas el del tenor navarro, Julian Gayarre que fallecía un 2 de enero de 1890 en la capital con tan solo 46 años.
Nacido en el Roncal en 1844 en el seno de una familia humilde, desde los 13 años comenzó a ganarse la vida como pastor. A los 15 ya en Pamplona donde trabaja como dependiente de un comercio entra en contacto con la música. Gayarre solía cantar mientras trabajaba, y se apunto a un orfeón navarro, conoció el solfeo con el método de Hilarión Eslava y finalmente entra en el Conservatorio de Madrid en 1868, aunque el maestro Gaztambide le rechazó, sus protectores le becaron para estudiar en Milán, allí el éxito fue clamoroso y su carrera imparable. Triunfó en Italia, Moscú, Viena y sobre todo en la Scala de Milán con «La Favorita».
Seguramente padeció de cáncer de laringe. En diciembre de 1889 salió a escena en Madrid, y al atacar una nota aguda, se le quebró la voz y se desmayó, sufrió una profunda depresión unida al cáncer que le llevo a la muerte a los pocos días.
Aunque soltero, tuvo una hija a la que reconoció en su testamento con la tiple Maria Mantilla.
Una curiosidad, antes de su embalsamamiento, los doctores le extrajeron la laringe que puede verse en la Casa-Museo del Roncal
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