Uno de los personajes mas vinculados a Madrid es una mujer, y no nacida en la Villa, sino en Salamanca, en 1456, de linaje hidalgo, destinada al convento lo que le permitió instruirse en latín para mejor entender rezos, cantos y escrituras. Destaco por su inteligencia, se le permitió entrar en las aulas de la celebre universidad donde impartía clases magistrales Antonio de Nebrija que se convirtió en mentor de la joven. Con tan solo 16 años gozaba de prestigio como especialista de textos clásicos, siendo su elegido el griego Aristóteles. En 1486 fue llamada por la reina Isabel I de Castilla como preceptora de sus hijos, así entra en el selecto grupo de damas que asesora a la monarca en materias de cultura. Fue institutriz de las infantas Juana, María, Isabel y Catalina, consejera de la reina, fiel amiga con la que compartía complicidad y profundad religiosidad.
Los reyes la casan en 1491 con el oficial de artillería Francisco Ramírez, viudo con cinco hijos, «El Artillero», asi era apodado, era hombre de confianza de los reyes a los que había servido en las guerras contra Portugal y Granada. Murió en 1501.
Con él vivió 10 años de serena felicidad, le dio dos hijos, Fernán y Nuflo. Ya viuda permaneció al servicio de Isabel I hasta la muerte de la soberana en 1504. La Latina, como era conocida se dedica entonces a fundaciones de beneficencia, Hospital de Pobres, a conventos de franciscanas y jerónimas, de esta ultima tomaría los «hábitos mitigados».
Siguió cercana a la corona, asesorando a Carlos I.
Falleció un 23 de noviembre e 1534. Uno de los barrios mas castizos de Madrid nos recuerda su popular apodo. Su sepulcro se haya en el Museo de los Origenes de Madrid
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