Curiosamente lo que consideramos lo mas «castizo de Madrid», resulta que tiene orígenes foráneos.
El chotis, baile que consideramos típico de Madrid, es una adaptación de una polca bohemia tocada un poco mas lenta, pieza que se retoma en 1830 y se hace tremendamente popular. A España llegó en 1850, pero no la polca alemana, sino originaria de tierras escocesas con el nombre de Scottish, castellanizada a Chotis.
El organillo es un invento italiano, introducido en 1908 por Luigi Apruzzesse que se casó con una madrileña.

Y por último el mantón de Manila, que como su nombre indica procede de Filipinas, China y se descargaba en el puerto de Sevilla. Al mismo tiempo llegaba al puerto fardos de tabaco envueltos en seda para evitar que se ranciaran y las cigarreras decidieron cortar aquellas telas en pedazo y decorarlas con motivos y orlas, imitando lo que venía de China.
Cuando llega esta tradición a Madrid, los comerciantes vieron el boom y comenzaron a elaborarlos de mas alta calidad, con un precio desorbitado para las cigarreras sevillanas.
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