Una de las figuras más emblemáticas de Madrid es un bandolero…. el famoso Luis Candelas, con una doble vida, honrado de día, ladrón de noche, natural de Lavapiés, con guarida en la Plaza Mayor, fue el quebradero de cabeza de las autoridades hasta acabar con sus huesos en la Carcel de Corte y después el Saladero. Un 18 de julio de 1837, era apresado en la posada de Alcazarén en la villa de Olmedo, Valladolid.
Trasladado a Madrid, acusado por más de 40 robos constatados, fue juzgado el 2 de noviembre, siendo condenado a morir por garrote vil. Pidió clemencia a María Cristina de Borbón, pero le fue denegada. Murió el 6 de noviembre de 1837 con 33 años. Se le ha adjudicado, cuando estaba al pie del garrote, la frase: «¡Adiós Patria mía, sé feliz!».
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